A Valedora do Pobo invita a los médicos en Lugo a reflexionar sobre la eutanasia

Trato humano deficiente por parte de algunos profesionales sanitarios hacia sus pacientes y posibles negligencias son las quejas más frecuentes que llegan al Valedor do Pobo, que están relacionadas con el Código Deontológico, según explicó la titular de esta institución, Milagros Otero Parga. «Afortunadamente no llegan muchos -dijo- lo que significa que los médicos realizan su trabajo de forma éticamente correcta». Otero participó en un jornada en el Colegio Oficial de Médicos. Según dijo, cuando se refiere un trato negligente, siempre consultan a la otra parte y si la queja es sobre la idoneidad o no de un tratamiento o de un alta hospitalaria no entrar a valorar. «No podemos -dijo- ni debemos hacerlo». Recordó que los afectados por este tipo de situaciones tienen abierta otra vía, la judicial. Tampoco valoran problemas entre particulares y se limitan a recoger los existentes con la administración.

Reconoció que el funcionamiento de las Urgencias había llevado a las nueve instituciones que funcionan en España con diferentes nombres, a realizar un estudio conjunto para mejorar los derechos de los ciudadanos en el ámbito sanitario. Fruto de ello fue un documento que recoge la necesidad de medidas para garantizar el respeto a la intimidad de los pacientes, a adaptar los lugares físicos y a implantar medios de aislamiento visual y auditivo. Reconoció tienen una especial importancia en pacientes terminales, que según dijo, no deben estar en urgencias.

Otero quiso dejar constancia de el consentimiento informado «no siempre va precedido de la información adecuada» a personas en situación vulnerable.

Polémica con el presidente del Consello Galego sobre el Código Deontológica

La Valedora do Pobo y el presidente del Consello Galego de Colegios de Médicos, Luciano Vidán, mostraron algunas discrepancias al término de la intervención de la primera en su desarrollo sobre temas tan polémicos como el aborto y la eutanasia. Milagros Otero dijo públicamente que el Código Deontológico en vigor deja la puerta abierta a la eutanasia. Explicó que en plena polémica también que había llegado hasta su oficina una queja de un grupo parlamentario sobre el «caso Andrea», ampliamente abordado en la jornada profesional. No actuaron porque, según dijo, había un procedimiento judicial abierto, que es una condición que impide que actúen.

«Es un tema -señaló Otero- sobre el que tienen que reflexionar para respetar los derechos de todos y entender qué razones tiene el otro. Hay que ponerse en los zapatos del otro, procurando no juzgar». Instó al colectivo a diferencias conceptos como eutanasia, distanasia y automatanasia. «Estaremos atentos -dijo- a sus reflexiones».

 Cambios sociales

Tras la conferencia, Luciano Vidán discrepó abiertamente con la ponente y rechazó que el Código Deontológico, que recordó había ayudado a redactar, abra puerta alguna a la eutanasia. Dijo que la posición del colectivo médico sobre ese asunto estaba muy clara en el artículo y que no daba pie a lo que acababa de decir la jurista. Puntualizó que el consenso sobre el aborto, otro de los temas que abordó Otero en su conferencia, habían supuesto una mañana entera de debate antes de la redacción definitiva.

«La puerta -le respondió la Valedora- se abre haciendo un código nuevo. Las leyes deben adaptarse a las demandas sociales». Recordó que tanto el aborto como la eutanasia «vuelven a ser tendencia». «El Código Deontológico -volvió a insistir- es muy claro, lo que no quiere decir que en dos meses no tengan que reunirse de nuevo para volver a redactarlo». «Les llevó una mañana decidir sobre el aborto y a lo mejor sobre la eutanasia tienen que invertir más tiempo».

 Arenas movedizas

«La sociedad -señaló- está evolucionando y cambiando los conceptos». «Hasta ahora -añadió- lo tienen claro, pero no se sientan tranquilos porque está asentada sobre arenas movedizas».

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