Los desastres que trae la mala gestión del tiempo por los gobiernos

enrique g. souto lugo / lA voz PULSO LUCENSE

LUGO CIUDAD

11 sep 2016 . Actualizado a las 13:27 h.

En Lugo, ciudad de ritmo lento y tiempos largos, casi nada sale bien cuando se imponen las prisas. La imagen, aún muy reciente, de las vacas en marcha reivindicativa por las calles lucenses fue, además de una llamada de atención sobre la difícil situación que viven los ganaderos, un aldabonazo en la memoria colectiva. Fue un verdadero elogio de la lentitud; fue un recordatorio de que, como avisó Carl Honoré, «vivir deprisa no es vivir, es sobrevivir» Y también dijo que «a menudo, trabajar menos significa trabajar mejor». Con las prisas que trae la mala gestión del tiempo en su gobierno, Lara Méndez y los suyos no han logrado resolver, en más de un año, ninguno de los grandes asuntos que tiene abiertos el municipio. Y ahora ocurre lo del pulpo. Lo del socialismo local no es vivir de prisa; es sobrevivir. Cuando los gobiernos sobreviven girando sobre sí mismos, cuando no aciertan a gestionar los tiempos, las ciudades desfallecen. A Lugo le pasa eso.

Comienza el nuevo curso político en medio la tufarada que desprenden los prolegómenos para la instalación de las casetas del pulpo en San Froilán. Tantos ediles socialistas a la carrera en el último año, tantas horas quemadas en los despachos para esto, para que a pocos días del inicio de las fiestas patronales el patio político y social esté como está. Arranca la campaña electoral en Galicia y, en uno de los pocos sitios en los que el PSOE tiene una alcaldía de primera, las noticias de más relieve son las relacionadas con el lío del pulpo. Es más que probable que en la casa socialista hubieran preferido, ahora que llega otra cita con las urnas, que las cosas fueran diferentes.

Hay militantes del PSOE que temen que Feijoo se vea obligado a buscar sillas supletorias para los suyos en el Parlamento. Y es que los socialistas que gobiernan en Lugo tienen tanta prisa que gobiernan para la propia prisa. Y solo para la prisa. El PXOM, estancado; algunos de los principales servicios privatizados, sin contrato; los asuntos de personal, abiertos; los flecos del Urban sin cerrar, y todo así. Y encima, el lío del pulpo. Raúl del Pozo escribió que «después de un gran político siempre ganan los enanos». Y la lían cuando gobiernan con prisa una ciudad de tiempos largos.