«Es raro que no haya más accidentes»

La Voz

LUGO CIUDAD

28 ago 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Llevar al niño al parque puede ser un auténtico quebradero de cabeza. Además de batallar con que se ponga la gorra, no haga alguna trastada o se esté quieto cinco minutos para comerse la merienda, en la mayoría de zonas del centro se suman otros problemas como vigilar que no toque los excrementos de los animales, que no se caiga en el asfalto o que no se acerque a la carretera. Todo eso, mientras el adulto busca algún sitio a la sombra, ya abandonando por completo la idea de dar con un banco si es de los que acude, por ejemplo, al parque de Fonte dos Ranchos.

«Hay muchos vecinos que bajan aquí con el perro, y no recogen las cacas. Pero ya se encarga mi nieto, que las recoge con la pala de juguete», cuenta con resignación una abuela, levantando la voz para hacerse oír entre el tráfico de última hora de la tarde en la Ronda do Carme, que bordea el parque: «Es raro que no haya más accidentes aquí, con la poca seguridad que hay», añade.

Los padres critican tres grandes fallos en las áreas infantiles: son pequeñas, viejas y peligrosas. «¿Hay 73 parques? ¿Y dónde están?», pregunta sorprendida una madre, al saber el número total de parques que ofrece la ciudad. «A ves nos tenemos que ir a casa porque el niño no tiene dónde jugar; en vez de hacer tantos parques en las afueras, hace falta, al menos, uno más grande y con más instalaciones en el centro», cuenta otro padre, criticando que haya un solo parque, el del paseo fluvial, con toldo para resguardarse del sol y la lluvia: «Las instalaciones tienen que modernizarse y diversificarse», añade.