El «vergel» del que se van rodeando los lucenses

Óscar cela LUGO / LA VOZ

LUGO CIUDAD

OSCAR CELA

Numerosos vertederos de Lugo ponen en evidencia la educación de algunos y la desidia de las autoridades

21 jul 2016 . Actualizado a las 07:48 h.

La falta de formación y de urbanidad de muchos lucenses queda perfectamente retratada a la vista del rosario de vertederos incontrolados que van creciendo alrededor de la ciudad a modo de vergonzoso rosario.

Empezando por la zona norte, entre la rúa dos Torneiros del polígono de O Ceao y la avenida Infanta Elena, a la altura de as Termas, hay una pista asfaltada en parte, donde se encuentran varios puntos con escombros, restos de obras y muebles; el más voluminoso es el de la foto, en la misma entrada de la arenera de Cortizo.

En la zona de A Campiña, en el acceso a la antigua escuela de tenis, hay una pista muerta que daba acceso a la vieja escuela deportiva cerrada hace años, en donde se puede encontrar de todo, a lo largo de un muestrario de casi cien metros: restos de vehículos, de obras, muebles, o restos de productos sanitarios, entre otras lindezas.

En pleno casco urbano, en la avenida de Paulo Fabio Máximo, pegado a las nuevas viviendas sociales de Garabolos, un mini vertedero de basura se amontona en el lateral de las recientes casas sociales, junto a la acera.

En una de las pistas que dan acceso a la N-VI desde la carretera de Ombreiro, en un entorno de carballos y a escasos cien metros del rio Miño se pueden ver los comunes inodoros que hay en cualquier vertedero que se precie, aparte de cómodos sofás y televisores. Un lujo en medio de una zona protegida y LIC (Lugar de Interés Comunitario) como es el del Miño.

Y un lugar poco frecuentado por vehículos como el entorno de la cantera de Barbaín invita a los enemigos del medio ambiente a tirar escombros de obras, mas inodoros, muebles, etcétera.

A poca distancia de estos vertederos de Barbaín se encuentra la antigua arenera de Prebetong en O Carqueixo, donde ya se depositan directamente bigsac llenos de restos de obras. Como si fuese un vertedero oficial de escombros ensacados. En este recorrido se pueden ver distintos puntos con montones de basura, neumáticos y restos quemados de la extracción de metales.

Y aunque muy disimulado, no le iba a faltar a la zona este de la ciudad su propio vertedero. En una pista por encima de la iglesia de San Lázaro se pueden ver sacos con escombros, televisores y al pisar la maleza se comprueba que por debajo de la maleza no es tierra lo que hay.

En la parroquia de Coeses, ya sin vallas y con restos de haber sido quemado infinidad de veces -de ello dan fe los arboles que lo rodean- el punto de recogida de plásticos agrícolas se ha convertido en un autentico vertedero: neumáticos, muebles, escombros y hasta ferralla.