En Lugo, ya se sabe, «el que se mueve no sale en la foto». Alfonso Guerra, guardián de la esencia socialista antes y después de que González decidiese pasarse con armas y bagajes al lado oscuro del liberalismo, lo dejó muy claro a los suyos cuando era jefe indiscutible del PSOE: «El que se mueva no sale en la foto». Ahora se caen de la instantánea en Lugo también los que se mueven en el PP, que eso vino a anunciar estos días Núñez Feijoo a la dirección provincial de las huestes populares. Les dijo, sin decirlo, que lo del congreso local queda para después. Parece ser que para después de las elecciones de octubre, pero también puede ser para después de después, como ya se apuntó aquí en alguna otra ocasión. Guerra no pensaba ni en Elena Candia, ni en Enrique Rozas, ni en todos los que se mojaron en el congreso provincial frente a la candidatura de Raquel Arias, pero Feijoo sí; no hay foto para el que se mueva, vino a decir al PP de Lugo como antes dijo Guerra al Partido Socialista. ¡Y mira el lío que tiene organizado ahora el PSOE!
Cacharro, invicto capitán de populares, cayó, políticamente, bajo el fuego amigo cuando ya estaba harto de los suyos y de los otros. Cuando el viejo león popular se veía al final de su camino en política, comentó más de una vez al cronista: «Cuando hablan de renovar, solo hablan de mí». Cacharro, en plena disputa política con Vicente Quiroga, decidió eliminar la competencia eliminando el órgano en el que se atrincheraba el rival: la junta local del partido. Lo dejó para después. Con Barreiro en la presidencia provincial, el PP tuvo de nuevo junta local. Ahora a Feijoo le causa desasosiego que, estando las cosas como están, la convocatoria del congreso lucense tense las cosas en su partido. Y así le da cuerda a Jaime Castiñeira y va camino de hacer que se traguen sus previsiones Candia y los que pusieron trabajo y prestigio en apoyo de su candidatura a la presidencia provincial del PP. Feijoo vino a Lugo y dijo que es tiempo de unir. Que es lo mismo que dijo Guerra. Le salió bien cuando lo dijo. Luego pasó lo que pasó y llegaron Pedro Sánchez y José Ramón Gómez Besteiro. Y la foto socialista se movió y ahora todo está borroso en ella. Hasta Guerra se cayó de la foto. A Feijoo puede pasarle lo mismo.