Los gorrillas ya exigen 5 euros por aparcar en las cercanías del HULA

José Fernández LUGO / LA VOZ

LUGO CIUDAD

Crece la indignación popular por la falta de intervención del Concello

29 jun 2016 . Actualizado a las 23:30 h.

Deshacerse de los gorrillas se ha convertido en un verdadero suplicio para centenares de automovilistas que a diario acuden al Hospital Lucus Augusti. Cada vez hay más operando en las proximidades del establecimiento sanitario y el malestar por la permisividad mostrada por el Concello de Lugo aumenta. Algunos conductores dicen sentirse intimidados y amenazados por una situación que, curiosamente, no se da en las calles del centro, a diferencia de lo que ocurre en otras ciudades españolas.

La intervención de los aparcacoches en la zona del centro hospitalario lucense es tan firme y decidida que ya exigen en muchos casos, sin ningún tipo de reparo, cinco euros por dejar el coche. Esta situación deja atónitos a decenas de automovilistas que se niegan a pagar lo que ya se conoce como «impuesto», sin embargo en muchos casos los gorrillas aceptan muy a regañadientes cantidades inferiores.

El pasado lunes estuvo a punto de producirse un altercado cuando un conductor se negó a pagar dicha cantidad. El automovilista iba con otra persona a una consulta que comenzaba a las nueve de la mañana. Llegó sobre las ocho y media, y según contó, ya estaban operando más de media docena de gorrillas. Uno le exigió cinco euros por el estacionamiento y echó mano de la cartera para entregar algo de calderilla. «Tenía solo unos céntimos y pedí a la persona que me acompañaba que me dejase algo suelto. No tenía más que cuarenta céntimos. Finalmente le dejamos algo menos de un euro en calderilla. ¡La que se montó! Decía que tenía que mantener a muchos hijos, que era mejor eso que no robar y finalmente parecía que el coche no iba a quedar seguro. La situación llegó a ser tensa que, por momentos, pensamos en pedir la intervención de la policía. Posiblemente no sirviera de mucho, pero entendemos que este tipo de hechos hay que ponerles fin. La gente va a un centro sanitario y ha de tener la opción a poder aparcar con tranquilidad y sin ningún tipo de impuesto», expresó el automovilista. Finalmente optó por continuar a la consulta porque, en caso de tener que esperar por la llegada de la policía, perdería la consulta que tenía fijada para las nueve de la mañana y que le costó meses de espera conseguir.