Desaparece en Lugo un miliario romano de la Vía XIX

Suso Varela Pérez
suso varela LUGO / LA VOZ

LUGO CIUDAD

El Concello, cuando lo iba a recolocar con permiso de la Xunta, se encontró que alguien se lo había llevado

25 nov 2016 . Actualizado a las 12:54 h.

Parece inconcebible pero ha sucedido. Un miliario romano ubicado en la aldea lucense de Vilaestévez, que seguramente formaba parte de la vía romana XIX del Itinerario de Antonio, ha desaparecido. Esta enorme piedra, de casi un metro y noventa centímetros de longitud, se ha esfumado de la misma manera que durante siglos estuvo oculto al mundo exterior.

Hace unos dos años, un vecino de Lugo que paseaba por los caminos de Vilaestévez (por la parte de atrás de las empresas de la zona de Esperante) se percató de que una enorme piedra ubicada en una finca particular era algo más que un marco de división de parcelas. Puso en conocimiento de su existencia tanto al Concello como a la Xunta, siendo confirmado por ambas Administraciones que se trataba de un miliario romano.

La enorme piedra tenía una parte enterrada, sobresaliendo al menos un metro y medio. No se le distinguía ningún tipo de epigrafía, como sí sucedió en el conocido como miliario de Calígula, que apareció a finales del siglo XIX a pocos kilómetros del ahora desaparecido, en San Román da Retorta. El miliario de Vilaestévez pudo tener algún tipo de inscripción, pero el desgaste por el paso de los años y el roce de animales hacía imposible apreciar alguna señal.

Este hallazgo quedó catalogado e inventariado por la Xunta. Pero hacia el pasado mes de marzo, el mismo vecino que lo encontró, avisó al Concello de Lugo que el miliario estaba tumbado. Más tarde acabaría cayendo, quedando tirado en la finca, al pie de una pista asfaltada. Desde el Concello explicaron ayer que tras inspeccionar la zona y comprobar que se había caído, remitieron un escrito a la Dirección Xeral de Patrimonio para que les diese permiso para recolocarlo en su lugar. El problema surgió cuando el pasado mayo, los operarios municipales acudieron al lugar y comprobaron que ya no estaba. El Concello ya dio parte a la Xunta sobre la desaparición de esta gran columna, sin que por el momento se conozca su paradero.

La piedra bien pudo ser una de las que marcasen el camino de la vía XIX entre Lucus Augusti y Bracara Augusta. Se encontraba, por tanto, en una zona muy fértil a nivel arqueológico, porque además de esta pieza y de la citada de Calígula, entre Lugo y el límite con Guntín está el templo romano de Santa Eulalia de Bóveda, el castro de Corvazal, el hallazgo de la estela funeraria de Crecente y más evidencias de que todo el valle del Mera, como recientemente apuntó el historiador Enrique Montenegro Rúa, puede albergar importantes restos romanos todavía por descubrir.

Lo que sí es un hecho es que un miliario inventariado desde hace menos de dos años ha desaparecido, a pesar de su enorme peso y dimensión. Un daño más al siempre mermado patrimonio lucense.

La piedra, sin epigrafía por el desgaste, medía casi dos metros

de longitud