La Xunta no comunicó al personal que incorporará cinco auxiliares en As Gándaras

Dolores Cela Castro
dolores cela LUGO / LA VOZ

LUGO CIUDAD

El PSdeG-PSOE pedirá en el Parlamento explicaciones sobre lo ocurrido en la segunda planta del geriátrico

27 feb 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

El presidente del comité de empresa de Traballo, Manuel Facorro, señaló que la decisión de denunciar la situación de abandono de los residentes en la segunda planta de As Gándaras la adoptaron después de esperar dos años la solución de la Xunta. Facorro resaltó que, hasta ahora, el personal había asumido el trabajo extra para atender a los 26 ancianos, todos ellos con características propios de los asistidos, a la espera de que la Administración cumpliera sus promesas.

«A Xunta -dixo Facorro- non tomou medidas mentres se lle sacaron as castañas do lumes». El presidente del comité de empresa reconoció que el personal se había enterado por los medios de comunicación de que se incorporarán al centro cinco auxiliares. Puntualizó que nadie de la Xunta se había puesto en contacto con ellos para informarles de este cambio, que desconocían cuándo se llevará a cabo.

La denuncia

La junta de personal denunció, el pasado miércoles, que los residentes de la segunda planta del geriátrico público de As Gándaras solamente estaba atendida por una auxiliar durante las mañanas. Por las tardes y por las noches se quedaban sin personal asignado, con lo que algunos dormían vestidos o sentados y no tenían un control estricto sobre los tratamientos médicos y sobre las comidas.

La Xunta, que negó esas acusaciones y que dijo que los residentes recibían los cuidados que precisaban, se apresuró a anunciar la incorporación de cinco auxiliares de enfermería en el geriátrico.

El diputado socialista por Lugo Juan Carlos González Santín anunció que pedirá explicaciones en el Parlamento de Galicia sobre la situación de los residentes en la segunda planta de As Gándaras.

«Resulta inadmisible -sinalou González Santín- que os nosos maiores poidan vivir en tales condicións nun centro financiado con fondos públicos». Según explicó, lo que está ocurriendo es «o paradigma de antipolítica social máis claro que pode levar a cabo un goberno».