Dos años de cárcel fue la pena que aceptó ayer Francisco V.P. por un altercado que protagonizó en la estación de autobuses de Lugo el 9 de septiembre de 2009. Según el fiscal, el acusado amenazó a un vigilante de seguridad de la terminal porque el día anterior había sido convocado como testigo después de haber presentado una denuncia contra un amigo suyo.
Después de las amenazas, el vigilante llamó a la policía, por lo que el acusado volvió a efectuar amenazas. «Te voy a aparecer cuando menos te lo esperes y te voy arrancar la piel a tiras», le dijo. Cuando llegó la patrulla policial, el imputado abandonó el lugar pero al poco tiempo volvió para insultar a los agentes que todavía estaban en el lugar.
Francisco acabó siendo detenido tras ser reducido por los agentes como consecuencia de la agresividad que mostraba. Tanto en el trayecto hacia la comisaría como en las dependencias de ésta, mantuvo la misma actitud hasta el extremo de que pegó patadas al mobiliario y también a uno de los agentes actuantes en el estómago.