Espeleólogos de la Guardia Civil buscan sin éxito algún rastro del joven desaparecido de Láncara

x. r. p. / lugo

LÁNCARA

Los agentes de la Guardia Civil Combinada descendieron entre la maleza para buscar a Jordi Sobrado.
Los agentes de la Guardia Civil Combinada descendieron entre la maleza para buscar a Jordi Sobrado.

El equipo especial trabajó durante varias horas en lugares de difícil acceso

04 mar 2016 . Actualizado a las 10:51 h.

Un cabo y una pareja de agentes de la Guardia Civil Combinada de A Pobra de Trives realizaron durante toda la jornada de ayer labores de rastreo en la zona de Os Peares para tratar de encontrar alguna pista sobre el posible paradero del joven de Láncara desaparecido el pasado día 17 cerca de Pesqueiras.

El equipo especial, centrado esencialmente en realizar trabajos de espeleología o a buscar en lugares de complicado acceso, llegó al lugar en el que se encontró el vehículo de Jordi Sobrado alrededor de las 11.40 horas y en pocos minutos prepararon todo el equipo para comenzar con las tareas de búsqueda.

Los agentes utilizaron el equipo completo de espeleología para desarrollar su tarea, empleando el material necesario para trabajar en zonas completamente tupidas por la maleza y también con desniveles pronunciados de hasta 20 metros, para lo que tuvieron que utilizar cuerdas.

Los guardias centraron sus esfuerzos en todo el tramo del viaducto de la LU-533 por ambos lados por ser uno de los puntos que no se habían podido rastrear con anterioridad por las dificultades que entrañaba el terreno.

La búsqueda se prolongó durante unas cuatro horas, hasta que consideraron que la zona había sido peinada a la perfección sin hallar ningún rastro que pudiera arrojar luz sobre el posible paradero del joven lancarino.

Sigue el operativo

La Guardia Civil mantendrá el operativo en la zona, a pesar de que a medida que pasan los días es más improbable que se puedan encontrar pistas que conduzcan al hallazgo de Jordi Sobrado. Uno de los recursos a los que podrían recurrir en los próximos días sería a la unidad de perros especializada en encontrar rastros.

La desaparición de Jordi Sobrado supera las dos semanas, en las que nadie ha conseguido ninguna pista fiable sobre el lugar en el que pudiera encontrarse. La familia todavía no ha perdido la esperanza de encontrarle con vida, pero cada día que pasa supone un duro golpe para sus padres.

Los primeros días fuero numerosas las personas que se pudieron en contacto con la propia familia o con la Guardia Civil para ofrecer posibles indicios sobre el paradero del muchacho, pero ninguna fue fiable.

La única que parecía tener algún fundamento era la posibilidad de que lo habían visto entrar en un cajero automático en Monterroso a los pocos días de su desaparición, pero la cámara del banco desveló que no era cierto.