La iglesia de Labrada gana la primera batalla a la humedad

Xosé María Palacios Muruais
xosé maría palacios VILALBA / LA VOZ

GUITIRIZ

Obras en la cubierta y en el suelo han buscado proteger los muros y las pinturas contra filtraciones causadas por la lluvia

09 feb 2016 . Actualizado a las 11:45 h.

La iglesia parroquial de Labrada parece ahora un poco más protegida contra la humedad que en los últimos años atacaba a varias partes del edificio y causaba un daño particular a las pinturas murales. En el edificio, de origen medieval pero con añadidos posteriores, se han realizado trabajos encaminados a evitar las filtraciones que pasaban de los muros al interior y que suponían una amenaza para los frescos laterales.

Acabados los trabajos, parece que el edificio, situado en una zona del norte de Guitiriz muy expuesta a los vientos y a las lluvias sin otras construcciones próximas que puedan protegerlo un poco, está algo más defendido de esos efectos. Transcurridas varias semanas desde el final de las obras, promovidas por el Obispado de Mondoñedo-Ferrol y dotadas con un presupuesto de 12.000 euros para el que la Diputación aportó fondos, el paso de varias borrascas ha servido para evaluar, al menos parcialmente, esa medida: el sacerdote, Luis Rodríguez Patiño, reconoce que la iglesia parroquial está ahora un poco más protegida, con lo que se supone que el deterioro de las pinturas podrá darse por superado.

Sin embargo, lo efectuado no puede considerarse el final de un proceso. Todavía quedaría pendiente una tarea de limpieza y de recuperación dirigida específicamente a las pinturas, cuyo origen puede situarse en el siglo XVI y cuyo interés reside en la variedad de las imágenes y en el diverso significado simbólico y pedagógico que encierran.

Unos tres meses de duración

Los trabajos, cuya necesidad ya se recogía en un informe de hace años, duraron alrededor de tres meses y se centraron en el exterior del templo. Una zanja excavada alrededor de la base de los muros y un canalón colocado alrededor de la cubierta han sido dos destacados aspectos de la actuación. La zanja está destinada a evitar que el agua del suelo acabe pasando a las paredes, mientras que con el canalón se espera impedir que el agua del tejado llegue a bajar a los muros, que así estarán más seguros.

También se han fortalecido los muros para lograr que quedasen más protegidos de la humedad procedente de una escalera exterior, que se construyó en el siglo XVIII y que da acceso al campanario.

en busca de muros secos

La zanja perimetral, tapada con piedras especiales. La zanja construida alrededor del templo está tapada con unas piedras que se colocaron luego por encima para buscar precisamente que la humedad, cuyos efectos se notan en la puerta lateral de la foto, no siguiese dañando los muros. El canalón recoge el agua de la cubierta y la lleva a la zanja perimetral. Con esas dos actuaciones se ha buscado frenar un deterioro que en los últimos años había ido agudizándose hasta ser preocupante.

santiago matamoros

El patrón de Galicia, presente. La imagen de Santiago está presente en las pinturas. Como en representaciones de siglos anteriores y posteriores, aparece a caballo, luchando contra los moros.

Casi un empeño personal del cura párroco

El párroco reclamó varias veces, en los últimos años, el arreglo de la iglesia a la vista del deterioro que se producía por efecto de la humedad, e incluso invocó el artículo 46 de la Constitución, que pone a los poderes públicos como garantes de la conservación del patrimonio. También solicitó, iniciando para ello una campaña de recogida de firmas, la declaración de Bien de Interés Cultural, que por ahora no se ha conseguido.

el infierno

Condena de los pecados capitales. Siete figuras simbolizan la condena de los pecados capitales (soberbia, avaricia, lujuria, gula, ira, envidia y pereza) a arder en el infierno.