El 90 % de los potros de varias parroquias de Friol fueron devorados por los lobos

Dolores Cela Castro
dolores cela LUGO / LA VOZ

FRIOL

Carlos Castro

En 30 años las cabezas de équidos en el monte han pasado de 500 a las 25 actuales

22 jul 2018 . Actualizado a las 10:52 h.

Los comuneros de la comunidad de montes de O Carballo, en Friol, están preocupados porque se están quedando sin caballos por los ataques de los lobos. En las 270 hectáreas de arbolado, que tienen acotadas para estos animales, en las que empezaron con 15, les queden apenas 25, pese a los esfuerzos para recriar. Estos depredadores han acabado en los últimos 10 años con el 90 % de los potros, a medida que iban naciendo, con lo que la población no está creciendo al ritmo que esperaban. Las crías son las presas más fáciles de alcanzar por los ejemplares de la manada de carnívoros, que ahora está atacando también a las hembras adultas, según confirmó el presidente de la esta organización, José Manuel Iglesias Espiño. Es algo puntual que no les había sucedido hasta ahora. «Viña pillando un poldro cada semana de media -explicó José Manuel Iglesias en referencia al lobo- pero agora está comendo tamén as bestas. Leva catro neste ano, a derradeira hai tres semanas».

En los montes de O Careón, que es dónde están las fincas de O Carballo, había censados hace 30 años unos 500 équidos. Ahora prácticamente solo quedan los caballos de esta comunidad de montes. Los lobos son la razón de que no sobreviva más de un 10% de las crías, pero no la única de la caída en picado del censo en toda la sierra.

Ataques a las hembras

Cuatro es un número que no tiene explicación para los comuneros porque creen que el lobo podía atacar a ejemplares adultos si estos estuvieran enfermos o tuvieran mermadas sus capacidades por su edad porque son presas fáciles, al igual que las crías. Su objetivo actualmente, además de los potros, están empezando a ser las hembras todavía en edad de procrear.

Los caballos pastan en zonas delimitadas por un pastor eléctrico que se carga con energía solar, que el lobo atraviesa sin mayores problemas. «O cabalo -comentó Iglesias Espiño- non se defende como as vacas, que se xuntan e atacan. Os cabalos limítanse a correr e atrápanos».

Los comuneros creen que hay al menos tres depredadores actuando por esta zona y que son los que están diezmando la población de caballos. Antes, cuando pastaban en los montes de Friol más caballos que los de Carballo, las pérdidas se repartían. Ahora quedan muy pocos ejemplares equinos que no sean los de su manada, con lo que los ataques se centran en estos ejemplares.

Raza en peligro de extinción

El descenso en la población de equina de pura raza galega, una especie catalogada como en peligro de extinción, está afectando, desde hace algunos años a la rapa das bestas, un evento anual que este año se celebra el último domingo de este mes.

Rapa das bestas

Este día los comuneros llevan a los caballos a un curro que tienen en la propiedad para marcarlos. La rapa también está vinculada a la gastronomía, en una jornada en la que la carne de potro es la protagonista. Los organizadores reparten gratis empanadas con este relleno, que tienen un gran éxito entre los asistentes. Inicialmente era una fiesta para los vecinos de Carballo y allegados, pero en los últimos años ha ido aumentando el número, lo que ha supuesto que ya no haya espacio disponible para aparcar cerca del curro. Algunas personas emprenden el camino de regreso al no encontrar un sitio para dejar el coche.