Siembra el pánico en una parroquia de Friol a palo limpio con los perros de sus vecinos

Tania Taboada

FRIOL

Cedido

Un inglés, residente en Golmar desde hace siete años, tiene a los vecinos atemorizados debido a su actitud

29 mar 2017 . Actualizado a las 15:03 h.

Lo conocen por el «inglés», tiene unos 60 años y reside a un kilómetro de sus casas, situadas en la parroquia de Golmar en Friol. Desde hace aproximadamente siete años, estos vecinos viven aterrorizados y soportando el calvario de un vecino que llegó a la zona y por el que se sienten amenazados. «Vive nunha casa na que antes residía un matrimonio magnífico. Agora trae xente de fóra para que aprenda o idioma e coñeza a zona», dicen los vecinos.

Según los residentes, el inglés inició la convivencia con mal pie. Empezó asustándoles el ganado, metiéndose con el coche por el medio de los rebaños, tocando la bocina y con la música a todo volumen. En alguna ocasión, montó un espectáculo en una fiesta que hicieron varios vecinos, tras desnudarse y lanzar botellas al aire, casi rozando alguna cabeza.

Los vecinos fueron haciendo la vista gorda y aguantando, pero el pasado sábado se les agotó la paciencia. Llamaron a la Guardia Civil, que envió al lugar a dos patrullas, para poner orden. «Estaba preparando o xantar e sentín berrar os cans. Estáballes pegando e petando cun pau no muro que cerra a finca. Un dos animais, co medo, meteuse na escaleira e el veulle pegar aquí, invadindo a propiedade privada. Tiven que pechar a porta porque empuxaba para meterse dentro», indicó una de las vecinas, quien mandó a su hijo llamar a la Guardia Civil. «De tanto petar rompeu o pau. Deixou varias estelas na zona. Mancouse nun dedo e sangraba. Despois dicía que foran os cans os que lle provocaran as feridas», indicó esta misma vecina, quien añadió que también traía una cámara de fotos en la mano.

«Fai que non entende»

Otra residente en Golmar indicó que ese mismo día, pegó a su perro, que estaba atado. «Entende todo pero fai que non entende», dijo quien también asegura que tiene a toda la parroquia asustada. «Eu pecho a porta porque teño medo que se me meta na casa». Según relataron los vecinos, cuando vinieron los guardias, el inglés marchó pista abajo. Una patrulla fue con él y otra se quedó con los vecinos. Después vino una ambulancia, aunque él se negaba a acudir PAC.