El doctor López Suárez donó en 1942 una armadura de guerrero japonés del siglo XIV al museo de San Paio de Narla
09 ene 2017 . Actualizado a las 22:15 h.No es demasiado habitual tropezarse con la armadura de un samurái en un museo. Ni en Galicia ni en otros lugares de la geografía española, donde se cuentan con los dedos de una mano las colecciones con piezas de ese tipo. Nadie esperaría encontrar una de estas corazas en el Museo Etnográfico e da Historia de San Paio de Narla, propiedad de la Diputación de Lugo. Pero en la torre del homenaje de esta fortaleza, situada en el municipio de Friol, se expone una coraza de un guerrero japonés datada en el período Muromachi, etapa convulsa de la historia japonesa que inspiró alguna de las películas de Akira Kurosawa.
Un pequeño cartel sitúa el origen de la armadura samurái en ese período histórico, conocido también como era Ashikaga, que se desarrolló entre los años 1336 y 1573. El rótulo también desvela, por otro lado, la fecha de ingreso y el autor de la cesión. Pasó a formar parte de los fondos del museo provincial el día 13 de julio de 1942 y fue, según detalla, «doazón de don Juan López Suárez (Madrid)». Nacido en el municipio de O Saviñao en 1884 y fallecido en la capital de España en 1970, el doctor Juan López Suárez -conocido por el seudónimo de Xan de Forcados- es una de las figuras más llamativas y menos estudiadas del pasado reciente de Galicia.
Colecciones de gran valor
Parte de su legado lo administra actualmente la Fundación Xosé Soto de Fión, constituida en 1996 por Xosé Soto Rodríguez, sobrino del empresario José Rodríguez López -creador de Larsa- y sobrino nieto del médico, intelectual y filántropo Xan de Forcados. En la fundación desconocían la existencia de la armadura de samurái entregada al museo de San Paio de Narla. «Xan de Forcados foi un gran coleccionista e fixo infinidade de doazóns. No Museo de Pontevedra, por exemplo, hai unha importante mostra de ourivería tradicional que lle cedeu», dice José Antonio Quiroga, director del Ecomuseo de Arxeriz, en O Saviñao.
El pazo de Arxeriz fue vendido por el doctor López Suárez poco antes de su fallecimiento, en el verano de 1970. Pasó entonces a manos de su sobrino, José Rodríguez López, que a su vez vendería la propiedad en 1980 a Xosé Soto Rodríguez, impulsor de la creación de un museo dedicado al patrimonio histórico-artístico, etnográfico y natural de la Ribeira Sacra. También pertenecen a la fundación que lleva su nombre la torre de Arcos (Chantada) y la fortaleza de Doiras (Cervantes).
Respecto al samurái de Narla, el director del ecomuseo de Arxeriz detalla que el año de cesión de la armadura coincide con la época en la que Xan de Forcados residía en Madrid, concretamente en su propiedad de la Quinta del Olivar. «Tiña moitos contactos no mundo da arte e coleccionou todo tipo de pezas», señala Quiroga. Algunas de ellas pudieron haber sido adquiridas en anticuarios en los años en que Juan López Suárez residió en Alemania, país por cuya cultura sentía una especial admiración.
El periodista lucense Rafael Vilaseca aporta alguna pista sobre la cesión de la armadura de samurái en un artículo publicado en La Voz el 14 de mayo de 1983. En su crónica informa del traslado de los fondos de la Diputación que hoy se exponen en la fortaleza de San Paio de Narla, adquirida y rehabilitada con anterioridad por la institución provincial. «Se ha trasladado toda la sección de mobiliario y las de armería y trabajos agrícolas, entre lo cuales figura gran parte de la donación de López Suárez», informa Vilaseca en la noticia. Por su parte, Xosé Ramón Fandiño, autor del primer estudio sobre la figura del filántropo de O Saviñao, destaca que -pese a sus estrechos lazos con el galleguismo y con la Institución Libre de Enseñanza- Xan de Forcados mantuvo tras la guerra civil «boas relacións coas institucións, especialmente coas deputacións de Lugo e Pontevedra».
Una expedición en Sevilla
Fuera de San Paio de Narla, las únicas colecciones que exponen en España armaduras samuráis están en Madrid (Palacio Real y Museo de Artes Decorativas), Toledo (Museo del Ejército), Valladolid (Museo Oriental) y Álava (Museo de Armería). Cerca de la fortaleza de Friol vive el escritor lucense Francisco Narla, autor de la novela Ronin, en la que rescata un hecho histórico poco conocido: el desembarco de una expedición de samuráis en las cercanías de Sevilla en el siglo XVII. «Conocía la armadura de San Paio de Narla, pero me inspiró la estatua del samurái que encontré en Coria del Río. Muchos de aquellos guerreros se quedaron allí», dice el autor.