Un delineante en paro elabora en Friol quesos que triunfan más allá de Galicia

Lucía Rey
Lucía rey LUGO / LA VOZ

FRIOL

César Modia y su hermana han reconvertido la explotación lechera familiar

26 abr 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Cuando volvía a casa de la escuela primero, y del instituto después, César Modia le ayudaba a su madre con el ganado, manejaba el tractor y ensilaba «como calquera outro neno de aldea», relata. Sin embargo, nunca imaginó que su futuro laboral pasaría por reconvertir la explotación de vacas familiar en una lechería y quesería cuyos productos triunfan más allá de Galicia. «Quería ser director de obra, pero non hai obras. Despois de facer prácticas nunha empresa no 2012, non atopei nada», explica este joven de Friol, que tiene 24 años y estudió un Ciclo Superior de Delineación en el CIFP Politécnico de Lugo. Fue entonces cuando él y su hermana Gemma, que tiene 26 años y estudió Administrativo, se animaron a tomar las riendas de la granja, que tiene entre 50 y 60 animales, y transformarla con el objetivo de «mandar o produto galego para fóra». «Pensamos: ?Temos as vacas e polo leite págannos unha miseria, que se rin de nós, así que dixemos: ?Pois imos facer queixo?», comenta Modia. Su madre, Concha Lage, que sigue siendo quien se ocupa de las vacas, también es ahora la responsable de elaborar los quesos según la receta tradicional de su suegra, que vive con ellos.

Su padre, Ángel, que tenía una empresa de construcción hasta que comenzó la crisis, se ocupa de parte de la labor comercial y de abrir mercados fuera de Galicia. La explotación produce 1.400 litros de leche cada dos días. De ellos, entre 300 y 400 se destinan a queso, y alrededor de 90 se embotellan para fresca. El resto lo envían sin transformar a la industria, aunque el precio que les pagan por litro, a entre 28 y 30 céntimos, apenas alcanza para cubrir gastos. «Vainos ben pero tampouco estamos boiantes, que á costa de traballar non se fai un rico, pero a día de hoxe vivimos sete persoas da explotación e non nos podemos queixar», comenta César. «Se pagaran ben o leite, era mellor porque o queixo dá moito choio, pero por agora é o que hai», indica.

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