La Brilat homenajea a la soldado Idoia en la base de Herat

Alfredo López Penide
López Penide PONTEVEDRA / LA VOZ

FRIOL

Sus antiguos compañeros del batallón Zamora están, de nuevo, en Afganistán

25 feb 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

El 21 de febrero del 2007, la soldado Idoia Rodríguez Buján, natural del municipio lucense de Friol, falleció en el curso de un ataque terrorista en Afganistán. Hoy, ocho años después, sus antiguos compañeros del batallón Zamora de la Brilat han vuelto a pisar suelo afgano conformando el grueso del despliegue militar en la base de Herat, por lo que no dejaron pasar la ocasión de rendirle un sentido tributo con ocasión del aniversario de la defunción.

De este modo, hace escasos días, el acuartelamiento afgano fue escenario de un acto de homenaje a la militar, una ceremonia que se hizo extensiva a todos los soldados que han dado su vida por España, alrededor del monolito que recuerda a todos los militares españoles que han muerto en el marco de las campañas que ha desarrollado el Ejército de Tierra en este país.

Desde el Mando de Operaciones precisaron que el homenaje fue realizado «por el Grupo Táctico de la Force Protection Zamora -en su mayor parte, constituido por soldados procedentes del cuartel pontevedrés de Figueirido-, acompañado del personal destinado en la Brigada de Infantería Ligera Aerotransportada presente en la zona de operaciones».

Misión de paz

En este sentido, desde Defensa destacaron ayer el hecho de que Rodríguez Buján «formaba parte del contingente desplazado en la misión de paz Reconstrucción para Afganistán (...), siendo la primera mujer militar fallecida durante el cumplimiento de una misión internacional». A su muerte, además del ascenso honorífico a título póstumo al empleo de cabo concedido por el rey Juan Carlos I, el Ejército de Tierra la homenajeó creando unos premios con su nombre en los que se reconoce, entre otras cuestiones, «la labor de aquellas personas, colectivos e instituciones, civiles y militares, que hayan contribuido con su trabajo a favorecer la incorporación y permanencia de la mujer en las Fuerzas Armadas».

Adscrita a la compañía de servicios del batallón Zamora de la Brilat, murió en la zona de Shindand tras «explosionar un artefacto al paso de la ambulancia BMR, de sus siglas blindado medio sobre ruedas, que conducía». El ataque terrorista puso de manifiesto las deficiencias que presentaban estos vehículos a nivel de blindaje y que, posteriormente, fueron siendo paulatinamente sustituidos por los Lince, que, junto con los RG-31, son los que emplean en la actualidad las tropas españolas desplazadas a Herat.