Defiende la importancia de reses al aire libre por lo que ahorran en mano de obra para limpieza
05 oct 2016 . Actualizado a las 05:00 h.Alejandro Ibarra (Lakuntza - Navarra, 1963) comenta que en su comunidad, durante varios meses del año, hay ganado, sobre todo ovejas y vacas, en zonas altas de monte. Son animales propiedad de particulares, y los terrenos por los que se mueven, pertenecen a ayuntamientos o a la comunidad foral. Las reses suelen estar al aire libre de mayo a noviembre, aunque en ese tiempo, según las condiciones meteorológicas, van cambiando de ubicación.
-¿Qué utilidad real tiene el ganado en la zona de monte en la que pasa varios meses?
-Mantiene el terreno limpio; así no se descuida. Los montes están limpios gracias a los ganaderos que tienen animales. Si faltan, vamos a tener un problema y va a haber un impacto muy fuerte.
-¿Cómo limpian los animales cada zona?
-En los tres meses de verano andan por el monte raso. Cuando llega el frío, el ganado va buscando otras zonas, con más abrigo, y así las va limpiando.
-¿Somos todos, ciudadanos y administraciones, verdaderamente conscientes de la importancia de esa tarea?
-Hay que pensar que el monte está limpio y pensar cuánto cuesta un jardinero en la ciudad. Pensando eso, un animal al mes cuesta poco. Además debemos tener en cuenta que lo que queda a matorral se va llenando de insectos y de otros bichos Eso es malo para los animales, pero también para la gente que va al monte.
-Viniendo a Galicia con cierta frecuencia para impartir cursos de pastoreo, ¿cómo ve el monte gallego?
-Galicia tiene una riqueza de monte impresionante. Tiene agua, que es muy importante. Pero hay miles de hectáreas que están desaprovechadas.
-Entonces, ¿qué se puede o se debe hacer?
-Hay que ver las condiciones de cada una de las zonas y la forma de tener animales para mantener el monte limpio.
-¿Hablamos de propuestas que son viables o de actuaciones más bien utópicas?
-Es factible. Pero la Administración debe darse cuenta de lo que está pasando: el mundo rural está quedando en manos de cuatro multinacionales. Tenemos medios para que haya una agricultura sostenible, aprovechando los recursos naturales de cada comunidad y consumir menos transgénicos. Tenemos recursos naturales, pero las grandes superficies lo están barriendo todo con carne de fuera; y cuando una persona quiere instalarse en el medio rural e iniciar su actividad, todo son pegas para empezar. La Administración debería ser consciente y ayudar a esas personas a iniciarse en la ganadería para aprovechar los recursos de cada zona. No vale ‘vete aquí, vete ahí, vete a esa oficina, vete a esa puerta’, porque hay gente que se acaba echando atrás.
-En montes de Galicia, desde hace años, está muy presente el eucalipto, que últimamente está llegando incluso a otras zonas del interior. ¿Cómo compaginar unas especies y otras?
-No soy experto. Pero un árbol que da beneficios a corto plazo puede causar un perjuicio a medio plazo. Un árbol que deja la tierra deshecha para otros árboles, por la acidez del suelo, es algo que no debe de aplicarse. Aquí, en Navarra, alternamos el roble y el haya: son árboles que han estado toda la vida, y hay conciencia de los ayuntamientos sobre este asunto.
-¿Somos conscientes de la amenaza de abandono de muchas zonas rurales?
-No hay un conocimiento real. Hay solvencia para grandes empresas, pero no ayuda para el pequeño ganadero, de ámbito familiar, al que hay que apoyar. Si hubiesen subido el precio de la leche o del cordero, no harían falta subvenciones. Y aquí, en España, las subvenciones se las comen entre cuatro.