«El alcalde nos echa del pueblo», dice el dueño de la gasolinera de Cospeito

Xosé María Palacios Muruais
XOSÉ MARÍA PALACIOS VILALBA / LA VOZ

COSPEITO

El propietario denuncia que un almacén de su casa se llena de aguas residuales cada vez que llueve

29 sep 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

«El alcalde nos echa del pueblo a mis hijos, a mi mujer y a mí». Tan contundente afirmación fue colocada el domingo en la estación de servicio de Feira do Monte (Cospeito). No se trata de un desahuciado de su vivienda, sino nada más y nada menos que del dueño de ese negocio y de otro situado justo al lado ?ambos están en el casco urbano de esa localidad chairega?, molesto con una situación que, dice, padece desde hace años y de la que culpa directamente al Concello.

Javier Díaz Roca, propietario de la gasolinera y de un almacén contiguo, asegura que cada vez que llueve, las aguas de la red general de saneamiento acaban en la planta baja de un edificio suyo, que usa como almacén y a la vez como garaje y que está en el sótano del edificio donde vive con su familia. El problema se arrastra desde que se construyó una nueva depuradora, ubicada cerca de la salida de la localidad hacia Vilalba pero aún sin funcionar, y se inutilizó la anterior, próxima a su casa. ¿Consecuencia? La nueva depuradora aún no funciona, y su sótano se llena de aguas residuales. «Non é moi agradable, a verdade», reconoció ayer.

El afectado explicó que había expuesto entonces el problema al alcalde, Armando Castosa. Comentó que este le había dicho que la causa estaba en la existencia de dos salidas en una misma tubería de la citada red, de modo que las aguas fecales se marchaban por una cuando la otra se llenaba, sin que se hayan producido cambios. «Levamos así dous anos», dijo. Incluso dispone de un informe de un técnico, que subraya que esa tubería es incapaz de absorber todas las aguas residuales.

En la primavera de este año, relató ayer, una empresa ?supone que contratada por el Concello? inspeccionó la tubería cerca de su casa, y se constató que las raíces de uno de los árboles de esa calle habían llegado hasta la conducción. Díaz Roca desveló ayer que el alcalde le había dicho que las inundaciones en el sótano se debían a que estaba más bajo que la calle, a lo que él replica que el edificio se construyó hace unos 25 años y que hasta hace poco no tuvo este problema.

El asunto se está convirtiendo para él en un «problema psicolóxico», por lo que el domingo, después de que con la lluvia del sábado se hubiese reproducido la situación, decidió colocar el cartel. Si no hay cambios, medita acudir a la vía judicial. Por otro lado, no fue posible conocer ayer la opinión del alcalde.