Los arqueólogos hallan dos nuevos campamentos militares en Os Ancares

Suso Varela Pérez
suso varela LUGO / LA VOZ

CERVANTES

Vista de la elevación de A Serra da Casiña, donde estaría el campamento romano.
Vista de la elevación de A Serra da Casiña, donde estaría el campamento romano. romanarmy.eu< / span>

Se encuentran en los límites de Lugo y León, en los concellos de Cervantes y Balboa

01 feb 2016 . Actualizado a las 22:21 h.

Un equipo de arqueólogos ha localizado una nueva fortificación militar vinculada con probabilidad a las Guerras Cántabras en una zona montañosa llamada Serra da Casiña, próxima a la localidad de Valverde (Balboa), en el Bierzo (León). La fortificación comprende entre 11 y 12 hectáreas y pudo acoger a un contingente expedicionario del tamaño de una legión que participase en el proceso de conquista del territorio, según confirmó el equipo de romanarmy.eu.

El hallazgo se dio a conocer esta semana en la revista científica especializada en arqueología Arkeogazte, editada por la Universidad del País Vasco, por parte de los investigadores Andrés Menéndez Blanco (Universidad de Oviedo), David González Álvarez (Universidad Complutense de Madrid) y José María Costa García (Universidade de Santiago). Pero a este hallazgo hay que sumarle la reciente aparición de otro campamento romano, a solo cinco kilómetros en línea recta del de Balboa. Se trata de el de A Cortiña dos Mouros, «en las inmediaciones de las aldeas de Castañeiras (León), Fontodoliva (León) y Porcís (Lugo). Esta otra fortificación, cuya extensión de casi cuatro hectáreas, se reparte entre los municipios de Balboa (León) y Cervantes (Lugo), y guarda cierta relación, al igual que A Serra da Casiña, con el trazado de la vía XIX del Itinerario de Antonino a través del puerto de O Cumial», señalan los investigadores de romanarmy.eu.

A estos nuevos hallazgos hay que sumarle los ya conocidos campamentos romanos del límite entre Asturias, Lugo y León, los de A Granda das Xarras (5,5 hectáreas) y A Recacha (0,75 hectáreas), dominando los pasos de montaña que unen Os Ancares e Ibias, y que fueron excavados en los últimos tres años por especialistas del CSIC. «Se trata, en definitiva, de un territorio para el cual podemos considerar diferentes opciones encuadrables en la época altoimperial romana: avances militares durante las Guerras Cántabras (entre los años 29 y 19 a.C.); control y pacificación posterior del territorio; exploraciones de una zona con interesantes recursos mineros explotados por el Imperio Romano; infraestructura de apoyo para la construcción de vías romanas», explican los arqueólogos.

Estiman en sus conclusiones del estudio que se trata de un tipo de fortificación de uso temporal, de las que los romanos denominaban castra aestiua. Por su tamaño, el de Balboa estaría destinado a un cuerpo militar de entre 6.000 y 7.000 legionarios, que vivirían en él durante un breve período de tiempo (uno o varios días), cuando se encontraban en territorio hostil.

Los restos visibles sobre la superficie son apenas perceptibles por lo que tuvieron que usar tecnologías innovadoras de análisis y reconocimiento que están revolucionando el conocimiento arqueológico en los últimos años.

Para localizar el campamento de A Serra da Casiña, cerca del núcleo berciano de Balboa, se utilizaron fotografías aéreas modernas y antiguas, imágenes satelitales y reconstrucciones 3D del territorio a partir de datos LIDAR. Para determinar el momento preciso de ocupación del campamento de A Serra da Casiña, apuntan los investigadores, será necesario realizar prospecciones o excavaciones arqueológicas sobre el terreno para las que aún no se dispone de financiación.

«A falta de planes de investigación concretos en la zona en este momento, esperamos poder emprender en un futuro próximo nuevas acciones que nos permitan ahondar en el conocimiento de este interesante yacimiento. Dichos trabajos permitirían, asimismo, una mejor contextualización para los nuevos enclaves campamentales romanos que en los últimos años están siendo identificados en el Noroeste peninsular», concluyen en su informe los arqueólogos del grupo romanarmy.eu.