La cobertura desquicia al rural lucense

diego pardo / M.C. LUGO / LA VOZ

CASTROVERDE

Encontrar señal móvil puede implicar desplazamientos de hasta tres kilómetros

12 sep 2015 . Actualizado a las 09:01 h.

«El teléfono al que llama está apagado o fuera de cobertura», pero rara vez el móvil se ha quedado sin gota de batería. Con esta frase, las operadoras móviles despachan a los miles de vecinos del rural lucense que padecen una constante falta de señal móvil, en lo que viene a ser una carencia más de las que sufre el mundo rural.

Según datos aportados por el Ministerio de Industria, responsable del mercado de telecomunicaciones, el 99,7% de la provincia está radiada por al menos la señal móvil de un operador. De no ser por las quejas de los vecinos del campo lucense, e incluso de la capital, Lugo, a efectos de la administración responsable, pasaría como una provincia más con problemas irrelevantes de cobertura. Qué decir de A Coruña o Pontevedra, que según informes del Ministerio ven cubiertos el 100% de sus territorio, cuando la evidencia, pisando el terreno, apunta a todo lo contrario.

El marco incomparable que nos ofrecen las tractoradas por un precio justo del litro de leche, que concentran a ganaderos de toda la provincia en apenas unos metros cuadrados, permitió preguntarles por la dotación de señal en sus municipios, y la risa abunda respecto a los datos aportados por el Ministerio.

La respuesta generalizada es que los problemas para comunicarse llegan hasta Lugo capital. Y más allá, respecto a los servicios de Internet en el móvil, muchos ganaderos se preguntan cuándo la gracia divina les vendrá a ver algún día.

Pese a ser la opción mayoritaria de muchos ganaderos confiados en el «buen servicio y solvencia» de la antigua Telefónica, Movistar se lleva la patata caliente, aunque todas las compañías fallan.

José Luis Fole, ganadero, odia las pérdidas de tiempo que le ocasiona el tener que buscar cobertura. «Ya tengo bastante con la faena diaria que suponen mis vacas, como para ponerme a buscar señal por el monte. Es una auténtica vergüenza», sentencia.

Castroverde

«Me recorro toda la provincia y raro es el día que en todos los sitios a los que voy haya cobertura», afirma, a la vez que reflexiona sobre las facturas de su operador. «Cuando haces el contrato te aseguran que todo está correcto, pero cuando estás en Castroverde, de perfecto nada. Las operadoras dicen que entienden mi situación, pero su comprensión nunca lo veo en las facturas. A mi me cobran como a cualquiera con cobertura».

«Un engaño», concluye, aunque es consciente de la necesidad del teléfono móvil, lo que «me obliga a pasar por el aro, porque en estos tiempo cómo voy a depender solo del teléfono del fijo».

Baralla

«Ningún operador que he probado me ha dado un servicio mínimamente aceptable», nos advierte de antemano el barallense Julio López al mentarle la «dichosa», para él, cobertura.

Para López, por su trabajo, la falta de señal móvil es sangrante. «No soy ganadero, pero estoy aquí apoyándoles porque son nuestros clientes», explica López, comercial de una empresa concesionaria de tractores y maquinaria agrícola.

«Ni una raya ni cuatro, en mi casa no hay cobertura», sentencia López, que nos explica que vive en una aldea de Baralla al límite con el municipio vecino de Láncara. «En Baralla en general hay buena cobertura, pero en Láncara no y eso, por donde vivo, me afecta».

Para López, tener cobertura es cuestión de distancia. «Empiezo a tener señal a tres kilómetros de mi casa», afirma, para continuar reflexionando «a ver quién encuentra cómoda mi situación». «Realmente vivo aislado en mi propia casa. Yo siempre aviso, si alguien me tiene llamar para lo que sea, aún siendo urgente, que me llamen al fijo», señala López una realidad totalmente contraria a la habitual.

«Hasta mi jefe no me puede llamar al móvil», añade. López, como comercial de maquinaria agrícola, tiene a su cargo varios municipios de la montaña lucense, que le obligan a viajar a Becerreá y municipios colindantes. Al igual que el ganadero de Castroverde, López explica que «rara es la ruta en la que siempre tenga cobertura».

Riotorto y Barreiros

Buena cobertura, aunque con reticencias. José Antonio Lodeiro, ganadero y vecino del municipio, se muestra contento porque vive en una «isla de cobertura» con un repetidor a 200 metros de su casa. Pero si se mueve por la zona, la situación sigue el patrón de otros municipios de la provincia.

Lodeiro nos habla de un caso que conoce bien. «Como pillan cerca, mi hija va mucho a las playas de Barreiros y la situación es un poco caos», afirma. «Entiendo que es difícil dar cobertura a todos, pero deberían prestar atención a la señal en la playas. Que se olviden del rural pasa, pero que lo hagan de los turistas es increíble», concluye Lodeiro.

Calde

Varios vecinos del sur del concello de Lugo denuncian que la tarifa de datos de la compañía Orange va mal. «Cobertura, sin problema, pero respecto a Internet, llegamos a un giga y gracias», afirman.

«Ya tengo bastante con el ganado como para perder tiempo en buscar cobertura para hablar»

José Luis Fole

«Tengo cobertura a tres kilómetros de mi casa. Para cosas urgentes, siempre aviso que al fijo»

Julio López

«Aunque vivo en una isla de cobertura sin problemas, es moverse y las cosas cambian»

José Antonio LodeirO