Cien euros por un caballo para recorrer el Camino

CASTRO DE REI

cedida

Los peregrinos son los que más contratan un servicio que ofrece en todas las rutas jacobeas

17 may 2017 . Actualizado a las 12:52 h.

Desde San Xulián de Mos, en Castro de Rei, Ramón Martínez Rivas, del centro ecuestre El Paso, se prepara para iniciar una nueva temporada de excursiones a caballo, en esta ocasión más centradas en el Camino de Santiago. No solo está dispuesto a hacer el Francés, sino que está preparado para acudir con sus ejemplares de cruce del país, que son los más tranquilos y resistentes a etapas de siete horas de duración, a cualquiera de las rutas a Santiago.

Por cien euros al día por persona, con un mínimo de tres, es posible realizar cualquiera de las etapas. Por el momento, la mayor demanda es de peregrinos extranjeros. Los nacionales no suelen requerir demasiado sus servicios, aunque ya ha guiado a un grupo de seis policías nacionales y a cuatro madrileños. Estos últimos hicieron un tramo del Primitivo. Alemanes e italianos figuran entre los principales clientes.

Ramón Martínez asegura que para hacer una etapa del Camino no es necesario saber montar. De hecho, insiste que el 90% de sus clientes no se han subido nunca a un caballo, pero les gustan estos animales y sobre todo valoran la experiencia.

Los gallegos, los mejores

Martínez dispone de 38 ejemplares para realizar las rutas. Entre ellos figuran trotones marroquíes, franceses o americanos, caballos árabes o los gallegos. Según aseguró, los cruces de ejemplares del país son «máis tranquilos e máis resistentes».

«Para cabalgar dúas horas nun día serve calquera raza, pero para pasar de sete a oito horas e cinco días seguidos, o animal ten que ter resistencia», señaló.

El dueño de El Paso apuntó también en que los animales han de transportar no solo a un jinete, con peso variable, que puede superar los cien kilos y los equipajes en las alforjas. «Peor era antes coas armaduras -dijo- que levaban o xinete e 200 quilos a maiores».

A caballo suelen hacer prácticamente los mismos kilómetros que un peregrino a pie, sobre 25. Supone dos paradas antes del mediodía, el tiempo necesario para comida tranquila y para que también descansen los équidos y otros dos más por la tarde.

Los jinetes acostumbran a hacer una media de siete a ocho kilómetros por hora a lomos de los caballos de El Paso. No tienen que preocuparse de nada más que de llevar las riendas. De la comida de los animales, del agua, de los descansos y demás necesidades se encarga directamente el dueño de los caballos.

«Con menos de tres cabalos en ruta -señaló- non saen as contas. O máis caro é o transporte. Hai que levalos nun camión e despois, o final da etapa, hai que ir en taxi a buscalo para volver a cargalos. Nun traxecto de 25 quilómetros soen cobrar 50 euros». Si son pocos los jinetes se arregla solo, pero cuando contrata sus servicios un grupo grande necesita ir con otro guía para poder controlarlo todo.

Extranxeiros

«Tense dado o caso, sobre todo con estranxeiros, que están dispostos a pagar os 300 euros, aínda que só cabalgue unha persoa», apuntó. «O ano pasado fíxeno con dúas persoas, pero pagaron o desprazamento completo», añadió.

Quienes se deciden a hacer una etapa a caballo suelen repetir porque la experiencia, según Martínez, es muy especial.

El dueño del centro ecuestre ha empapelado el Camino de Santiago con carteles anunciando sus servicios y también ha llegado a un acuerdo con una agencia de viajes para prestárselos a sus clientes.

En estos días ha recibido varias llamadas solicitando sus servicios de un día para otro. «É todo un pouco improvisado».

Martínez asegura que no tiene todavía un calendario de salidas completo. «As veces ven os cabalos no Camiño e preguntan porque os queren para o día seguinte».

A Ramón Martínez le han llegado encargos curiosos ajenos a las etapas del Camino de Santiago. Un grupo de amigas organizó una despedida de soltera a caballo, con una comida en ruta. Otro le concertó una peregrinación a Saavedra, el próximo día 24.

Dos peregrinos a caballo delante de la iglesia de Portomarín.