Aparecen truchas muertas en cientos de metros de un afluente del Miño

CASTRO DE REI

CARLOS CASTRO

Los peces estaban en un tramo del río Azúmara que discurre por Castro de Rei

06 ago 2016 . Actualizado a las 22:12 h.

Ayer por la mañana aparecieron truchas muertas en un tramo de varios kilómetros del río Azúmara, afluente del Miño, en la parroquia de Castro de Rei. En las parroquias de Coea y de Bazar se vieron peces muertos, en una cantidad que en un primer momento parecía difícil de precisar pero que podría ascender a varios centenares según impresiones de vecinos de la zona.

CARLOS CASTRO

Fueron precisamente vecinos de esa zona del municipio de Castro los que se dieron cuenta de la situación a primeras horas de la mañana de ayer. Tras detectar lo que ocurría, avisaron a la Guardia Civil y al Servicio de protección de la naturaleza (Seprona), que se desplazaron a la zona para inspeccionarla.

Las truchas muertas se encontraron en un tramo de varios centenares de metros del río, comprendido entre un puente de la capital del municipio y otro de la vecina parroquia de Santa Locaia. Según las primeras impresiones, la causa del problema no estaba clara, aunque se sospechaba que pudiese tener su origen en algún vertido que hubiese llegado al cauce.

El aspecto que presentaba el río así lo hacía pensar, e incluso se temía que la situación hubiese dañado un tramo de varios kilómetros del río. La parte del Azúmara en la que aparecieron los peces muertos está catalogada como de pesca sin muerte, con lo que ayer, tras haber observado lo ocurrido, se sospechaba que la actividad hubiese quedado muy amenazada

Vecinos de esa parte de Castro de Rei no recordaban que se hubiesen registrado casos semejantes en años pasados. Sí ocurre que este año, con la sequía agudizada en las últimas semanas, el nivel del cauce ha bajado de manera notable, igual que se nota también en otros ríos de la comarca chairega.

En otros años, en el tramo del Magdalena que discurre por los alrededores de Vilalba se dieron casos de muerte de truchas. Solían darse en momentos de intensas lluvias, en los que el agua llegaba al río sin tratar por la incapacidad de la depuradora y por la falta de un pozo de tormentas que la retenga e impida su llegada al cauce.