Las juntas de dilatación plantean problemas en los puentes de la A-6

Xosé Carreira LUGO / LA VOZ

AS NOGAIS

alberto lópez

El mantenimiento obliga a la revisión constante y dispara los costes de conservación

26 jun 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Hace unos días, varios vehículos que circulaban por la A-6 resultaron dañados al pasar sobre las juntas de dilatación de algunos puentes. Ese problema fue detectado a la altura del kilómetro 449, en el viaducto sobre el río Navia, en el término municipal de As Nogais. Se trata de una de las situaciones frecuentes a las que tiene que enfrentarse Fomento. Los puentes levantados en el trayecto comprendido entre Becerreá y Pedrafita, que en su día sorprendieron por su magnitud, no son eternos. Están en constante movimiento por diversos factores y el mantenimiento de las juntas de dilatación, en la que apenas los conductores reparan, salvo cuando se encuentran desatendidas y provocan alteración en el rodaje del vehículo, son en ocasiones un quebradero de cabeza para los responsables de mantenimiento.

El trayecto comprendido entre Lugo y Pedrafita de la A-6 es el que concentra la mayor parte de los viaductos elevados. Hay algo más de una veintena. Algunos de los puentes se acercan a los cuatrocientos metros de longitud, como es el viaducto de As Nogais.

Las juntas de dilatación son fundamentales, y su mantenimiento, más. Las constantes alteraciones que sufren por el tráfico, la temperatura, la lluvia, los movimientos de tierra y del propio puente, hacen que la conservación sea muy costosa. Los ingenieros advierten que para que un puente, como por ejemplo el principal de Becerreá, tenga buena salud, hay que hacer constantes inversiones. «Tienen que pasar la ITV, por decirlo de alguna manera, asiduamente, y esa revisión incluye las juntas de dilatación que son claves; incluso resulta muy relevante el tipo de material que se utiliza», explicó un experto. De hecho, añadió que la preocupación porque los costosos puentes sean duraderos está provocando la introducción de una nueva generación de estructuras que conducen a la eliminación de las juntas de la calzada, incluso las de encuentro de los tableros. Los técnicos advierten que existen estudios que revelan que esas juntas de dilatación se llevan una partida elevada de los costes conservación.

Un reciente chequeo a las juntas de viaductos de la A-6, existentes en el trayecto comprendido entre Lugo y Pedrafita, revela que todas ellas están en buen estado. Hay dos viaductos en los que el conductor nota cierto movimiento al pasar, debido a diferentes tipos de recubrimiento. Algunas partes tienen incluso asfalto.

Los técnicos dicen que una buena junta debe asegurar la libertad de movimiento del tablero, dar continuidad a la capa de rodadura siendo capaz de soportar las cargas de tráfico, no ser fuente de ruidos, impactos o vibraciones y tener una buena estanqueidad y permitir una correcta evacuación de las aguas de la superficie.

Las de los veinte puentes que hay en el tramo de Lugo a Pedrafita están en buenas condiciones