Un rayo mata un toro, nueve vacas y tres terneros en Abadín

ABADÍN

Carlos Castro

Los animales estaban en un prado de la zona alta de la parroquia de Labrada

26 ago 2016 . Actualizado a las 21:43 h.

La tormenta mató en la madrugada de ayer un toro, tres terneros y nueve vacas en un prado de Abadín. Estaban en un terreno de pasto comunal de la parroquia de Labrada, en una zona alta de ese municipio que ya está cerca de otros de A Mariña.

Un rayo caído sobre el comedero parece la causa de la muerte de las reses. Esa instalación tiene una parte de hierro que pudo atraerlo, lo que explica también que los animales que estaban alejados no hubiesen sufrido daño alguno.

En el prado había un total de 33 reses, y las que murieron, que aparecieron además todas juntas, estaban junto a la zona del comedero. El propietario de los animales, el ganadero José Luis Cortiñas, explicó ayer que la muerte debía de haber ocurrido sobre la una o las dos de la madrugada.

Edades diversas

Los animales eran de edades diferentes. Por un lado, el toro tenía tres años; las vacas, entre dos y ocho años, y los terneros, varios meses. También era distinto el valor de ellos, aunque el propietario precisó que «sentimentalmente» tenían también su importancia. Así, el toro podría costar alrededor de 2.800 euros, mientras que las vacas se situarían en torno a 2.200 o 2.300 euros, y los terneros, entre los 600 y los 800 euros.

El propietario admitió que se trataba de un fuerte golpe, ya que al valor económico de los animales se unía, según comentó, la escasa confianza en poder lograr ayudas de la administración como consecuencia del daño sufrido. Los animales pertenecen a una explotación en la que el número de cabezas es mayor, ya que cuenta con aproximadamente medio centenar.

Pudo haber sido peor

Pese al golpe recibido, en las palabras del ganadero afectado había una pequeña dosis de alivio, al comentar que había tenido la suerte de que no todos los animales estuviesen reunidos alrededor del comedero cuando cayó el rayo. En ese caso, manifestó, el daño habría sido notablemente mayor.

El incidente tuvo lugar en una noche en la que los rayos abundaron tanto en la Terra Chá como en A Mariña. José Luis Cortiñas lo resumía gráficamente: «Estivo toda a noite arreando», dijo.