La fundación que ha colocado a 300 lucenses en año y medio: «Mucha gente busca reinventarse en un nuevo empleo»

André Siso Zapata
ANDRÉ S. ZAPATA LUGO / LA VOZ

LUGO

Begoña Ferreira, orientadora laboral en la oficina de Amigos de Galicia en Lugo
Begoña Ferreira, orientadora laboral en la oficina de Amigos de Galicia en Lugo ALBERTO LÓPEZ

Amigos de Galicia cuenta con trabajadores especializados en orientación laboral, formación y promoción de empleo

16 ene 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

En un momento como el actual, en el que los datos del empleo todavía tratan de recuperarse del impacto de la pandemia del coronavirus y la temporalidad se resiste a desaparecer, encontrar un trabajo sigue sin ser una tarea fácil. Mucho menos, si eres una persona en riesgo de exclusión. Para facilitarles la tarea a estos usuarios y lograr que se inserten en el mercado laboral lo mejor y lo más rápido posible, existen asociaciones como la Fundación Amigos de Galicia.

Su oficina de Lugo lleva abierta cerca de un año y medio. Desde entonces, el colectivo ha asesorado a alrededor de 2.000 personas, de las cuales más de 300 consiguieron un puesto de trabajo en la provincia.

Cerca del 70 % de quienes acuden a Amigos de Galicia son personas que, por un motivo u otro, se encuentran en una situación de riesgo de exclusión social. Sin embargo, el 30 % restante está compuesto por vecinos de la provincia de todo tipo, con variedad de edades y experiencias laborales, que solicitan sus servicios como los de cualquier otra agencia de orientación laboral. Para Begoña Ferreira, la responsable de esta sección en Lugo, en su oficina se encuentran «de todo».

«Hemos tratado con gente con estudios superiores, que se encontraban desempleados por cualquier otro motivo, pero que no hubieran tenido problemas para encontrar trabajo aun sin nosotros. A cualquiera le viene bien una cierta asesoría para formarse o actualizar sus capacidades laborales para entrar de nuevo en el mercado laboral», explica Ferreira.

«No queremos encasillar a nadie»

La orientadora explica que sus funciones en la asociación van desde la «prospección» a la «asesoría», pero que no se limitan a ser «una cadena que le envía trabajadores a las empresas como si fuera algo mecánico». Para ella, lo personalizado de su servicio y la cercanía con los usuarios es clave. «Aquí hacemos una búsqueda activa e individualizada. Primero, nos entrevistamos con los usuarios para conocer su situación. Luego, no nos limitamos a asignarles el primer empleo que se oferte en el sector en el que han trabajado anteriormente. No queremos encasillar a nadie. Los usuarios agradecen cambiar, e incluso quieren actualizarse y reinventarse en un nuevo empleo», especifica la orientadora.

Por ello, «buscamos ser prácticos, pero también no conformarnos con darle un trabajo a alguien sin analizar más en profundidad lo que más le convendría». De hecho, no solo conectan a las empresas (que también trabajan codo a codo con ellos), sino que ofrecen programas de formación para los usuarios que quieran seguir aprendiendo antes de lanzarse a por un nuevo empleo.

Perfiles menos elevados

Lugo, sin embargo, tiene una serie de peculiaridades que hacen que los solicitantes de empleo tengan un destino diferente a los de otras provincias. Según Begoña Ferreira, «aquí hay perfiles menos elevados que, por ejemplo, en A Coruña o en As Rías Baixas. En Lugo, la preparación suele ser para empleos más físicos, enfocados al rural o a la distribución, mientras que en otras provincias trabajamos con muchos más usuarios que saben hacer tareas administrativas o industriales». «Los trabajadores se adaptan a la realidad de su lugar de residencia, como es lógico», añade.

Todo tipo de ayuda

Además, en Amigos de Galicia no solamente atienden a personas que buscan un empleo, sino a solicitantes de ayuda. «Por aquí, vienen madres que necesitan alimentos para sus hijos, personas mayores a las que no les llega la pensión... Procuramos echar una mano a cualquiera que esté en riesgo de exclusión», concluye Ferreira.