A Milagrosa reclama el monumento a sus fundadores prometido por la Diputación

Enrique Gómez Souto
enrique g. souto LUGO / LA VOZ

LUGO

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La Asociación de Veciños lo quiere en Agro do Rolo, junto a un parque biosaludable

26 jul 2017 . Actualizado a las 22:52 h.

La plaza Agro do Rolo, la gran plaza de A Milagrosa, está en obras para crear zonas ajardinadas, instalar juegos infantiles cubiertos, plantar algún árbol y dotarla de mobiliario urbano. La Asociación de Veciños da Milagrosa, presidida por Valentín Arias, cree que es una buena oportunidad para dotar al barrio de otras dos mejoras: una escultura, reclamada desde hace largo tiempo, que sea un homenaje a los fundadores del barrio, y un circuito biosaludable.

Arias recuerda que el anterior gobierno provincial se comprometió a financiar e instalar una escultura, un monumento para homenajear a quienes dieron los primeros pasos para crear el barrio. Señala que incluso hubo en su momento un boceto de Lugilde que podría servir de base para el citado monumento. «É algo que a xente pide moito», dice Arias. Este representante vecinal dice que en un distrito tan amplio como es el de A Milagrosa hay un notable déficit de esculturas y monumentos. En este sentido, señala, a bote pronto, dos de las existentes: la del sacerdote Varela España, en las inmediaciones de la iglesia, y el que homenajea a la madre, en el parque de Frigsa. De esta última, dice que ya es hora de que el Concello la repare, porque a la figura del niño le falta la cabeza.

En cuanto al monumento a los fundadores, propone que esté situado en medio de la plaza Agro do Rolo.

Parques biosaludables los hay en distintos puntos de la ciudad. Arias dice que, con él, el equipamiento de la nueva plaza quedaría completo.

Por otra parte, en este mismo ámbito, en el entorno de la gran plaza, se constatan dos problemas que aquejan al barrio. Uno, las pintadas. Sobre el blanco muro que cierra un solar sin edificar, alguien se ha entretenido con el aerosol. Por otra parte, el uso del mobiliario urbano como soporte de publicidad no reglada, ha dejado algunas de las farolas sin gran parte de la pintura allí donde fueron arrancados los carteles.

Otro problema creciente, para el que Arias pide soluciones, es el de las casas okupadas. Cree que se necesita vigilancia policial, pero también políticas de intervención social. Señala que los propietarios de las casas tienen que asumir sus responsabilidades, a la hora de mantenerlas en un estado que no facilite la entrada de quienes no están autorizados. En este sentido, pide que los propietarios, como mínimo, se encarguen de tapiar debidamente los edificios. En el barrio hay varias casas okupadas.