El adiós de Rocha difumina el perfil municipal de Lugonovo y aviva tensiones

Enrique Gómez Souto
enrique g. souto LUGO / LA VOZ

LUGO

ALBERTO LÓPEZ

El partido que abrió una nueva vía a la izquierda local vive un complejo momento de transición, de final muy incierto

25 jul 2017 . Actualizado a las 21:50 h.

En la sesión plenaria del jueves cesará como concejal Santiago Fernández Rocha, que dejó la portavocía del grupo de Lugonovo en la anterior reunión de la corporación lucense. En las semanas transcurridas desde entonces, en el seno de este partido la situación no ha ido a mejor, según distintas versiones; pero tampoco de cara a la sociedad. El relevo en la portavocía del grupo ha tenido como consecuencia que el perfil político del grupo municipal, al menos momentáneamente, se haya difuminado. Hay en el seno de la organización quien teme que este proyecto político se vuelva inviable, al menos en su actual situación.

La salida de Santiago Fernández Rocha se había vuelto prácticamente inevitable. En un movimiento político tan complejo como este, el ejercicio de la portavocía de grupo se convierte en una labor de orfebrería fina, en la que quien la desempeña tiene que decidir qué hace: si sigue su instinto político o si, ante cada paso, acude a consultar a los órganos del partido. Rocha intentó el equilibrio, pero en algunos ámbitos de la organización se consideró que operaba con excesiva autonomía. La tensa situación estalló cuando presentó a la asamblea del partido una propuesta para apoyar el proyecto de presupuesto municipal que preparaba la alcaldesa, Lara Méndez (PSOE).

A día de hoy, Rocha, en la práctica ya fuera del Concello, parece haber decidido tomarse unos meses al margen de la política municipal y del partido para decidir qué hará en el futuro, pero especialmente para recuperar su modo de vida, que aparcó para servir al proyecto político con el que se comprometió.

Rocha, que ya tenía un modesto, pero nada desdeñable, capital político desde los años en los que militó en el CDS, ganó con rapidez presencia y popularidad desde que asumió la portavocía de Lugonovo. Con su salida, el perfil de este partido en la política municipal se difumina temporalmente. Quizá era algo que buscaban algunos sectores del partido, para imprimir un carácter distinto a la gestión en el Concello. En esta línea, se viene indicando que probablemente será sustituido por Xabier Villares, hermano del líder de En Marea. Es una decisión que formalmente parece que aún no está tomada.

Provisionalmente ejerce la portavocía Cristina Pérez Herraiz; ni ha tenido tiempo ni probablemente lo tendrá para lograr el impacto social necesario para que Lugonovo se sitúe con éxito en la senda que conduce a las próximas elecciones. Consciente de la provisionalidad en el puesto, se limita a hacer una aseada faena de aliño en el consistorio.

Días intensos

La complejidad interna de un partido como Lugonovo se agudiza en un período de transición como el que está viviendo, y que puede deparar momentos de alto voltaje. Un veterano de la política como el exconcejal Xosé Anxo Lage, que tienen grabadas las lecciones de la crisis del Bloque, del que salió, maniobran en el seno de Lugonovo con la experiencia adquirida. Hay quien ve en el reciente plenario de En Marea un calco de lo que ocurre en Lugonovo. Con tantos perfiles políticos diferentes y tan dispares en su manera de entender la política, el ejercicio práctico de esta, en el partido y en las instituciones, se vuelve una labor altamente compleja; un encaje de bolillos muy difícil de sostener cuando se precisa adoptar decisiones con rapidez. En algunos ámbitos se asegura que, a la vista del panorama, uno de los impulsores de esta opción, Bernardino Pardo, ha preferido situarse en un lugar aún más discreto del que ocupaba tras decidir que no quería ser candidato a la alcaldía; lo fue Rocha y el jueves dejará la concejalía.

Lugonovo vive un período de transición que puede deparar momentos de alto voltaje

Rocha parece haber decidido tomarse unos meses al margen de la política activa