La escalera al río de Arroxo, ni zona pública de baño ni playa fluvial

Enrique Gómez Souto
enrique g. souto LUGO / LA VOZ

LUGO

ALBERTO LÓPEZ

La CHMS dice que el baño individual es libre y que solo autorizó un acceso al río

07 jul 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Ni zona de baño pública, ni playa fluvial, sino una escalera solicitada por un ciudadano para acceso al Miño en un punto concreto. El presidente de la Confederación Hidrográfica Miño Sil, Francisco Marín Muñoz, explica qué es lo autorizado a Rubén Arroxo (portavoz del BNG). También queda muy claro el verdadero contenido de la autorización en la puntualización que hizo en su día Medio Ambiente.

La Xunta, en el informe favorable que emitió en enero del año en curso para la instalación de la escalera promovida por Arroxo, señaló: «Este informe favorable refírese única e exclusivamente a instalación desta escaleira de madeira para facilitar o acceso á auga, pero non pode ser asimilable a instalación doutro tipo de infraestruturas ou actuacións que habiliten este tramo de río como praia fluvial». En ese caso, en esa zona (As Saamasas) habría que «(...) estudar a posibilidade de someter o proxecto a un trámite de avaliación ambiental, no que se analizarán as posibles repercusións medioambientais das obras e a idoneidade do emprazamento nunha zona de baño nas proximidades da corrente preferente de alimentación dunha minicentral eléctrica».

Por su parte, el presidente de la Confederación Hidrográfica, Francisco Marín, explicó que el permiso concedido a Arroxo no es para una zona de baño pública ni para una playa fluvial, es única y exclusivamente para una escalera que facilite la bajada al río. Indicó que el baño individual es libre. Entre otros cosas, una zona pública de baño o playa fluvial, manifestó Marín Muñoz, necesita autorización administrativa de la Consellería de Sanidade, que es la que autoriza y controla la calidad del agua. Una zona pública de baño, añadió, es aquella que está controlada por la Administración.

Propiedad del suelo

Marín Muñoz también apuntó que la autorización que concede para la escalera la CHMS es independiente de quién sea el propietario del terreno. A él no le consta. Hay que señalar, al margen de las declaraciones del presidente de la CHMS, que el terreno elegido depende de la Diputación; por tanto, Arroxo deberá conseguir la autorización del organismo provincial. Y todo indica que también la correspondiente autorización municipal.

Por otra parte, en respuesta a preguntas de La Voz, Marín explicó que la tramitación del proyecto presentado por el Concello para la creación de una zona pública de baño está en la fase de competencia de proyectos; es decir, de comprobación de que no existen para el mismo ámbito otros proyectos para el mismo fin.

Según el presidente de la CHMS, si toda la documentación es presentada correctamente, en seis meses podría estar cubierto el proceso en lo que se refiere al organismo de cuenca. Indicó igualmente que la Xunta de Galicia tendrá que decidir si en el emplazamiento elegido (a la altura de la pasarela peatonal sobre la N-VI) es necesario o no estudio de evaluación ambiental.

 Crítica del Ibader

En otro orden de cosas, el Ibader emitió un informe en enero de este año sobre el proyecto de escalera en el que se señala: « (...) o proxecto de instalación (...) non garda os mínimos criterios técnicos esixibles a unha proposta que incide sobre un Espazo Natural (...)». Añadió: «O promotor do proxecto expón ademais fomentar unha actividade de uso público neste espazo ao marxe dos requerimentos que a actual lexislación establece para as zonas de baño, que no actual caso atópanse supeditadas á protección ambiental que posúe o tramo fluvial». Dice que son inadecuados modelos de uso de los recursos naturales al margen de los requerimientos ambientales.

Política y enredos

El nacionalista Rubén Arroxo, y por añadidura el BNG, tiene una urgencia: ganar protagonismo en la política local, más aún a la vista de cómo evoluciona la gestión de la alcaldesa cuya investidura hizo posible. Lo de la playa fluvial pública es algo relevante para el BNG y los socialistas no acaban de sacarla adelante. Por eso recurre a una táctica política de cierto riesgo en este asunto, que oscila entre la sana provocación y el enredo de comedieta.

Daniel Piñeiro: «Isto é unha táctica do BNG, que entra no terreo da posverdade»

El socialista Daniel Piñeiro, concejal de Desenvolvemento Sostible, no quiso dejar que el Bloque se apunte un tanto al «vender» que ha logrado que Lugo cuente con una zona de baño público autorizada gracias a las gestiones de su portavoz, porque «o único que ten autorizado é unha escaleira para baixar ao río». Piñeiro señaló que el BNG usa este asunto con fines tácticos, aunque para ello incurra en el terreno de la posverdad (informaciones o aseveraciones que no se basan en hechos objetivos, sino que apelan a las emociones, creencias o deseos del público, según está previsto que recoja el diccionario de la RAE en diciembre).

El socialista Piñeiro recordó la advertencia que figura en el informe de la Xunta (se recoge en el paquete principal de esta información) y destacó que es el Ayuntamiento el que trata de conseguir la autorización para una zona de baño pública, situada en el entorno de la pasarela peatonal sobre la N-VI, en el Parque do Miño.