«El viejo Ángel Carro hoy sería precintado por insalubre»

La Voz

LUGO

12 jun 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Los comienzos de Vicente Álvarez en el Lugo fueron en el viejo Ángel Carro de la avenida de A Coruña. «Era tercermundista, pero era lo que había. Hoy lo precintarían. Las casetas eran... ¡Madre Mia! Las duchas, para llorar. Ricardo, el utillero, secaba la ropa o la calentaba en una estufa. A veces no teníamos ropa para entrenar. Salía húmeda y nos la poníamos igual. ¡No sé como no cogíamos una pulmonía! ¡Pero estábamos contentos!», recuerda.

-¿Qué es más difícil, jugar un partido o hacer un buen tapizado?

-Eso es como todo. Yo llevo la vida tapizando y me parece sencillo. Lo que hago es de calidad y me gusta hacerlo. No se trata de muebles de batalla. En fútbol es lo mismo, según los jugadores que se tengan es como se juega.

-No estamos en épocas de tirar. ¿Merece la pena restaurar,?

-Hay ciertos muebles que si; otros no, porque sale más barato comprar otro. Muchos consumidores optan por las grandes establecimientos para comprar muebles que no son de calidad. Se arreglan porque cada uno tiene un presupuesto y se adapta a él. Pero el que tiene un buen sofá en casa, bien tapizado, lo sabe y lo aprecia. No le importa gastar en la restauración.

-¿Entonces Ikea no le preocupa ni lo más mínimo?

-Realmente no. Restauro todo tipo de piezas, desde las más caras a las que no lo son tanto. Hay veces que quien compra un sofá barato cree que el retapizado será barato... Por eso a mí me interesa mucho dar el presupuesto antes de nada para que todos los clientes sepan perfectamente a qué atenerse.

-¿Cómo llegó al oficio?

-Nací en Lugo, en la calle del Sol, lo que es ahora San Froilán; a los tres meses me llevaron a Baracaldo y volví con 16 porque estaba mi hermano mayor que jugaba en el Lugo y empecé a trabajar en esto.