La Protectora de animales, legalizada por la Xunta tras 35 años en el limbo

josé fernández LUGO / LA VOZ

LUGO

ALBERTO LÓPEZ

Ya tiene autorización zoosanitaria y el concello puede darle la licencia de actividad

26 abr 2017 . Actualizado a las 22:51 h.

De toda España ya recibieron 9 toneladas de pienso y 6.000 euros en donativos

Después de 35 años de funcionamiento sin poder ser legaliza, por fin la Xunta de Galicia, a través de la Consellería de Medio Ambiente, concedió la autorización zoosanitaria para que la Protectora de Animales y Plantas de Lugo pueda albergar animales legalmente. El centro ya está clasificado también por la Xunta como de recogida de animales e fue inscrito en el Registro de establecimientos de animales domésticos y salvajes en cautividad en Galicia.

Esta autorización que le concede el gobierno gallego significa que el recinto de la protectora cumple los requisitos sanitarios y ambientales para albergar animales, y por tanto ya puede pedir una licencia de actividad en el concello para funcionar como un establecimiento con todas sus obligaciones. Y precisamente esto fue lo que fueron a hacer ayer los directivos de la protectora al Concello de Lugo: preguntar el procedimiento para solicitar ya la licencia municipal, una vez que la Xunta les dio la autorización zoosanitaria, que por diversos motivos y requisitos legales llevaban décadas sin poder obtener.

La autorización zoosanitaria es fácil de conseguir si la instalación se construye actualmente según los requisitos de la Xunta. Pero como se construyó cuando aún no había leyes sobre bienestar animal, conseguir adaptarlo ahora fue una labor complicada que exigió cooperación y trabajo de la protectora y la Xunta.

Tras conocerse hace algunas semanas que la protectora estaba sin dinero ni para pienso de los animales porque las administraciones les adeudaban las ayudas de varios años, llegó una auténtica oleada de solidaridad desde puntos tan lejanos de España como Barcelona o las islas Canarias. Por Amazon o por empresas de mensajería llegaron hasta la sociedad protectora más de nueve toneladas de pienso regalado por diversas empresas o particulares. Y en donativos de dinero, ya llevan recaudado más de seis mil euros, según explicó ayer la presidenta de la Protectora, Virginia Torrecilla.

Pero además sigue habiendo una importante actividad social a través de las redes sociales y de personas que están intentando organizar todo tipo de eventos y propuestas, desde competiciones hasta desfiles, para intentar recaudar fondos. Y a ello se ha sumado que la Diputación ya ha cumplido con los pagos que le debía, por lo que la situación ahora mismo ya no es tan apurada. Todos han colaborado en mayor o menor medida, excepto el concello, que todavía no ha pagado nada de su deuda por los conflictos de los partidos y porque el PP votó en contra de aprobar las facturas en el último pleno. Mañana vuelve a celebrarse pleno para intentar aprobar dichas facturas, pero la conflictividad política podría volver a hacer que los pagos volviesen a quedar sin abonar y hubiese de nuevo otra crisis por falta de pienso.

Si hay educación...

Cuando hay educación en una sociedad avanzada, los humanos conviven con los animales y los cuidan porque les reportan muchos beneficios. Antes, en la España cañí y bruta se los maltrataba para reírse. Y antes, en la guerra incivil, hasta se comían gatos y perros por necesidad. Algo se va avanzando.

Desde que se fundó, en 1982, no había conseguido la autorización medioambiental

La Sociedad Protectora de Animales y Plantas de Lugo fue inscrita en el Registro Provincial de Asociaciones el 5 de Febrero de 1982, momento en el que inició su actividad bajo la dirección de Juan José Fernández Medina, presidente de la Junta Gestora de la sociedad, tal como refleja la página web.

Semanas después de su constitución, el 15 de marzo, celebró su primera Junta General Ordinaria de la que salió elegida la primera directiva de la sociedad que sería presidida por Jesús Benito Rego Cobo, quien dirigió a la Diputación Provincial una solicitud de cesión de terrenos en los que ubicar sus primeras instalaciones de acogida.

Aquellas gestiones dieron como resultado la cesión de una parcela de unos 3.000 metros cuadrados ubicada en la finca denominada Codesido, en Muxa, próxima a As Gándaras, en donde siguen hoy. Desde sus comienzos, las distintas juntas directivas han ido ampliando caniles hasta conformar las instalaciones como se conocen actualmente.