Ramón Carballo, candidato "plenamente convencido"

Enrique Gómez Souto
Enrique G. Souto LUGO/LA VOZ

LUGO CIUDAD

23 abr 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Ramón Carballo es hombre de apariencia tranquila, serena. Dicen quienes le conocen que medita mucho sus decisiones. Si es así, y parece que sí, es seguro que cuando decidió optar a la presidencia local del PP de Lugo, que, a fuerza de costumbre, es tanto como decir a ser candidato a la alcaldía, recordó los tres enemigos del político que identificó Konrad Adenauer: «Hay enemigos, enemigos mortales y compañeros de partido». Carballo ha dado el primer paso, pero, por su propia supervivencia política, debe de tener bien programados los siguientes. Las próximas elecciones locales serán a vida o muerte para el PP en la capital lucense; un partido como este no soportaría sin grave quebranto, quizá irreparable, otro mandato más en la oposición. De los enemigos políticos (rivales, según la milonga de lo políticamente correcto), ya sabe qué puede esperar; está por ver qué pasa con algunos compañeros de partido.

Carballo, camino de la presidencia local del PP en las actuales circunstancias de su partido en Lugo, es un Mermoz volando sobre los Andes para entregar una carta. Adoptada la decisión, da la impresión de que no le queda más remedio que tomar por modelo al piloto que se sacrifica por su correo (vale decir por su partido). Porque para el PP, dadas las circunstancias, desalojar a la izquierda de la alcaldía exigirá sudor y quizá lágrimas. Por un lado, la ola de corrupción que afecta al partido en el ámbito nacional y, por otro, la desfeita sufrida en el terreno local pueden hacer los próximos dos años tan peligrosos para el piloto del PP como lo eran los Andes para el piloto de Aerospatiale.

Desde la tranquilidad de la Subdelegación del Gobierno, Carballo da el paso (presenta su candidatura) para asumir el riesgo de pilotar un partido en horas bajas en el ámbito local. En su primera declaración de intenciones dejó claros varios mensajes. Uno de ellos fue tanto para consumo interno como externo, una forma elegante de responder a las inelegantes puyas desde el PSOE: se presenta «plenamente convencido». Con Adenauer podría replicar mirando al consistorio: «Cuando los políticos no tienen capacidad de gobernar, crean comisiones». Eso sí, sin olvidar lo que dijo el canciller de los compañeros de partido.