Lugo tendrá hospital privado para perros y gatos

Dolores Cela Castro
dolores cela LUGO / LA VOZ

LUGO

La inversión realizada por las dos socias supera los 200.000 euros solo en aparatos y tecnología

15 abr 2017 . Actualizado a las 11:03 h.

Lo atenderán cuatro veterinarios y tendrá también peluquería con recogida a domicilio

Patricia Ibaseta Solís, veterinaria con 17 años de ejercicio profesional, y su socia Pilar Fidalgo Mourenza, enfermera, ambas amigas desde la infancia, están pendientes de las obras del que será el primer hospital veterinario privado de la provincia de Lugo y uno de los pocos operativos en Galicia. Funcionará con servicio de guardia permanente durante las 24 horas. Dispondrá de espacios separados para perros y gatos. Dentro de esta diferenciación para evitar el estrés felino tendrá salas diferentes para animales que presentan enfermedades infecciosas, -con sistemas independientes de climatización para no propagar virus y bacterias- y no infecciosas. Ofrecerá además una habitación vip. Esta última la diseñaron pensando en que el dueño de la mascota enferma pueda permanecer cómodamente junto a ella día y noche. Tendrá a su disposición una cama y una ducha. Solamente en aparatos y tecnología para diagnóstico la inversión realizada en el centro supuso más de 200.000 euros.

Las dos socias confían en poder ponerlo en marcha Hospital Veterinaria Ciudad de Lugo , que es el nombre que han elegido para su negocio, a principios del próximo mes de mayo. Se decidieron a montarlo, según aseguraron ambas, persiguiendo un sueño derivado de una pasión común por los animales, que compartieron desde la infancia y que ahora está tomando cuerpo.

El diseño del centro, que dispondrá también de servicio de peluquería con recogida y entrega a domicilio de las mascotas, lo realizó Patricia Ibaseta, que tiene un posgrado en medicina felina y está realizando otro en oftalmología. «Está ideado -señaló- desde el cariño, con los ojos de la experiencia y pensando en el bienestar animal como prioridad».

¿Cuánto costará la atención? Las dos socias coinciden en que los precios serán los que están vigentes en el mercado. «El hospital -señaló Pilar Fidalgo- lo tiene que pagar el tiempo, no el cliente». «Vamos a vender una calidad de trabajo, pensando en nuestros pacientes y en nuestros clientes, la veterinaria no es barata». «Somos conscientes también de que tenemos que adaptarnos a los presupuestos de nuestros clientes», puntualizó Ibaseta.

No competirá con Rof Codina

Ambas socias coincidieron en que entre sus objetivos no figura hacer competencia al hospital veterinario Rof Codina. Sus líneas de trabajo son diferentes, según explicaron. «Nosotros no nacemos para centrarnos en la investigación, que es su principal faceta como centro universitario. Nosotros investigaremos para sanar». No descartan la colaboración con este centro universitario ni con otros. «Hoy día -señaló- hay cientos de cosas que se pueden contratar fuera. Nosotros no tenemos TAC ni resonancia, que son pruebas que se pueden concertar a nivel externo». «Tenemos experiencia -añadió- y estamos estudiando permanentemente, pero no podemos saber de todo. En esos casos no nos importa derivar hacia quien sí sabe».

Patricia Ibaseta señaló que su próximo reto en formación será la rama oncológica. «Todos los veterinarios tenemos formación básica en tumores y en sus tratamientos, pero en unos dos años, posiblemente podamos incorporarla como especialidad».

Mientras no abren las instalaciones, los veterinarios se están desplazando a los domicilios para atender a sus clientes. El centro tendrán también tienda de alimentación, peluquería y una sala para impartir cursos a los dueños de las mascotas, fundamentalmente sobre cuidados de gatos, cachorros o geriátricos, entre otros temas.

Selección de personal

Junto a Patricia Ibaseta trabajarán otros tres veterinarios. «Los hemos seleccionado entre aquellos profesionales que sabemos que comparten nuestra filosofía de cuidados y atención. Queremos que el equipo permanezca en el tiempo y vaya ampliando su formación aquí. Es nuestra ilusión».

Una de las diferencias de este hospital es que mantiene separados a gatos y perros. «El estrés felino puede llevarlos hasta la muerte», comentaron. En las dos salas de hospitalización de gatos los animales no se verán entre ellos, ni mantendrán contacto. Cada uno tendrá su espacio. En general en las cuatro zonas de hospitalización huyeron de las jaulas.

El hospital funcionará en un bajo de la calle Alexandre Bóveda, de 650 metros cuadrados. Dispondrá de un quirófano con dos mesas y sendas torres de anestesia con monitorización.

El centro ofrecerá también servicios de odontología, en una sala especial, fuera del ámbito del quirófano para evitar la colonización de bacterias, con posibilidad de radiología dental para constatar el estado de las piezas y radiología general. Habilitaron una sala aislada con el material que en breve sustituirá al plomo.

«El centro lo hemos diseñado desde los ojos de la experiencia y pensando en el bienestar animal como nuestra prioridad»

«La inversión del hospital la tiene que pagar el tiempo, no el cliente. Vamos a vender una calidad de trabajo. La veterinaria no es barata»

En un plazo de dos años esperan poder ofrecer la especialidad de oncología

Perros y gatos no compartirán espacios en los 600 metros, para evitar el estrés felino