La vieja cárcel se librará del cableado con las obras de mejora de la calle López Pérez

Enrique Gómez Souto
enrique g. souto LUGO / LA VOZ

LUGO

alberto lópez

La compañía eléctrica puso como condición en su día que el Concello abriese las zanjas

09 abr 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

La rehabilitación del edificio de la antigua cárcel para convertirlo en un centro cultural ha merecido más parabienes que reproches. Pero hay un aspecto en el que todas las opiniones son coincidentes en la crítica: el cableado aéreo que recorre su fachada, tras cruzar la calle desde los Maristas. Parece que hay planes para retirarlo, si bien ya pudo hacerse mucho antes. La obra estará relacionada con la de mejora de la calle Ángel López Pérez.

Según confirmaron fuentes municipales al concejal Santiago Fernández Rocha, portavoz de Lugonovo, desde los servicios técnicos se hizo en su momento alguna gestión para evitar que, al acabar las obras de la antigua cárcel, los cables quedasen en su fachada. La empresa eléctrica se comprometió a soterrar las mangueras eléctricas si el Ayuntamiento se hacía cargo de la obra civil, es decir, abrir y cubrir las necesarias zanjas. De este compromiso fue informada, al parecer, la persona que fue la responsable técnica de la gestión del Plan Urban, con cargo al que se financió la obra en la antigua cárcel. Sea por lo que fuera, nada se hizo al respecto.

Ahora, las mismas fuentes, confirman al edil Fernández Rocha que hay planes para mejorar el firme de la calle Ángel López Pérez, y parece que el soterramiento del cableado se llevará a cabo coincidiendo con tales trabajos. Para evitar que finalmente no sea así, presentará un ruego al gobierno local, de modo que se subsane lo que considera que fue «unha importante falta de sensibilidade».

 Propuestas de Lugonovo

Rocha, por otro lado, efectúa algunas propuestas al hilo de la prevista intervención en dicha calle, cuyo pavimento sufre, en alguna zona, una rápido deterioro. Dice el citado portavoz municipal que aprovechando los trabajos debe ser ampliada la acera delante de la fachada principal de la antigua cárcel, allí donde hay espacio reservado para aparcamiento de taxis, que ahora se efectúa unos metros más adelante, a la altura de la estación de autobuses.

Por otro lado, el mismo grupo se felicita de la existencia de planes para eliminar la rampa, ahora carente de utilidad, que hacía accesible esa entrada al edificio cuando era la sede de la Policía Local. En la actualidad es inútil, dado que en el interior del edificio hay un notable escalón. El centro cultural es plenamente accesible.

Lugonovo propone instalar un cierre, tipo fuelle o biombo, en la mitad del salón de actos, coincidiendo con el descansillo, con el fin de reducir o ampliar el espacio según convenga al tipo de acto que se celebre en cada ocasión. De este modo, se evitaría que, por ejemplo, en conferencias de temática muy especializada, y, por tanto, de menor concurrencia de público, se cree la desagradable sensación de vacío que suele producirse en situaciones así.