Lugo ya presume de su vieja cárcel

LUGO

oscar cela

Inaugurado un centro cultural, abierto y lleno de luz, donde durante décadas hubo reclusión y represión

31 mar 2017 . Actualizado a las 22:30 h.

La vieja cárcel de Lugo quedó inaugurada esta tarde con sonidos de violines. El penal que formó parte del partido judicial lucense y por la que se llegó a abrir una puerta de la Muralla, hoy, tras ocho años de obras, se abrió al público con un acto de presentación en el que no podían faltar los elementos que configurarán su nuevo uso: un concierto de música clásica,a cargo de Lugo Camerata y de la pianista Maite Belón, una exhibición de la Compañía de Danza de la USC, una exposición sobre la historia de la cárcel y una conferencia de los arquitectos encargados de la rehabilitación, Juan Creus y Covadonga Carrasco.

Donde durante décadas hubo pena, dolor, reclusión y represión, especialmente tras el golpe militar de 1936 y el posterior franquismo, ahora será un lugar de ocio, cultura, arte y esparcimiento. A la cita de presentación acudieron las principales autoridades de la ciudad y la provincia, con al alcaldesa Lara Méndez como anfitriona, quien tuvo palabras de recuerdo para su predecesor e impulsor de este proyecto ahora hecho realidad, José López Orozco, quien asistió al acto. También acudieron vecinos y representantes de diferentes colectivos de la ciudad, así como miembros de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica, con numerosos familiares de presos. Entre los exreclusos políticos estaba Santos Costa, encarcelado durante ocho días en 1967 al asistir a una protesta con pancartas pidiendo libertad.

Tras un acto de bienvenida y un concierto con Mozart, Xohán Montes o Shostakovich, entre otros autores, los asistentes acudieron al salón de actos, donde pudieron comprobar con fotos y planos los cambios que sufrió el edificio a lo largo de las décadas y cómo tuvieron que afrontar los arquitectos ganadores del concurso los diferentes retos con los que se encontraron.

El edificio por dentro destaca por sus espacios modulares, la entrada de luz, la apertura y la conservación de buena parte de los elementos originales, desde barandillas, hasta puertas, escaleras de madera pinotea o cubiertas. El patio central es el lugar más emblemático del edificio y, como todos los asistentes señalaron, «un espacio que impresiona». También destacan las hermosas vistas que de la ciudad y de la Muralla se pueden ver desde la cafetería. El edificio cuenta con salas de exposiciones, una biblioteca, una guardería y el citado auditorio. El edificio costó alrededor de 13 millones de euros, de los que 5,5 millones fueron de los fondos europeos Urban, que en palabras de la alcaldesa, ha sido un plan que ha permitido cambiar la ciudad.