«Una cosa es saber manejar la moto y otra manejarse con ella»

Suso Varela Pérez
s.v. LUGO / LA VOZ

LUGO

ALBERTO LÓPEZ

10 mar 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Manuel Rodríguez Souto es, además de amante de la motocicleta, el responsable de seguridad vial de la Asociación Gallega de Moteros e integrante de Lóstregos Lucus, donde ejerce funciones de director técnico. Su faceta como formador en la Autoescuela Lucus le permite conocer de primera mano cómo se comportan los conductores y los riesgos que suponen barreras de contención poco seguras. Señala que en Galicia, la edad media del accidentado en moto es de 57 años, a pesar de que los propietarios de motos de mayor cilindrada tienen de media menos edad.

-Se supone que con mayor experiencia, debería haber menos accidentes, pero es que una cosa es manejar la moto y otra manejarse con ella.

-¿Cuál es la diferencia?

-La moto no deja de ser una máquina. Yo puedo saber conducir, pero si hay un Stop, y me lo salto, corro un riesgo de accidente, pero yo sigo manejando bien la moto. Es como si uso el secador para el pelo y lo meto en la ducha. Sé manejarlo, pero no en qué condiciones. Este concepto siempre intento dejarlo claro.

-¿El parque de motos es viejo?

-En Galicia ronda los 8,9 años y hay que tener en cuenta que las últimas motos ya cuentan con ABS, control de tracción, control de velocidad...

-¿Cuál es el accidente más común en moto?

-La salida de vía y en una curva. No se trata de una cuestión de experiencia en el manejo de la moto, sino que la persona llega a una curva a una velocidad inadecuada. La velocidad es un factor de riesgo que puedes decidir, no ocurre lo mismo con la vía o con la moto que ya tienes.

-¿Cuáles son los elementos más seguros ante una caída?

-En seguridad vial, se habla de seguridad activa y pasiva. La primera incluye el asfalto, el trazado, el firme.. de la vía. Es curioso que la gran mayoría de los accidentes de moto en Galicia son en curvas suaves y de buen firme, mientras que las de radio corto y peor firme, tienen menos accidentes. Ahí entra en consideración el riesgo que asume el conductor ante lo que ve y lo que percibe. Luego están los elementos pasivos, que son las barreras. La primera que se instala en España fue en 1970 y a partir de ahí comenzó el terror de los postes de sujeción en forma de T, que eran cuchillas. Ahora, poco a poco, se intenta que con la barrera con el impacto haya un desplazamiento, no un golpe seco. Sucede lo mismo que cuando un motociclista se cae al suelo, ya que es mucho mejor que el firme esté mojado que seco, porque la deceleración será más suave.

-¿Habría que invertir más?

-La mejor opción hoy para un motociclista es un guardarraíl de doble onda y que no acabe en cola de pez, pero claro, un kilómetro nuevo de carretera con este sistema puede suponer de media un aumento del 0,5% del coste de construcción. Pero por la contra, además del significado de una vida humana, como señalan muchos informes, un muerto en la carretera supone 1,4 millones de euros, entre 1,6% y 3% del PIB de un país.