«El fútbol para mí es un veneno»

Xosé Ramón Penoucos Blanco
x. r. penoucos LUGO / REDACCIÓN

LUGO

ALBERTO LÓPEZ

Asegura que decidió dedicarse a entrenar por una frustración como futbolista

13 feb 2017 . Actualizado a las 22:01 h.

Fabriciano González (Fabri, Santa Comba 1956) lleva 35 años entrenando en los que pasó por varios equipos de Primera División españoles y también extranjeros. Esta temporada todavía está sin equipo, por lo que no duda en reconocer que lo está pasando mal sin poder sentarse en un banquillo ya que para él «el fútbol es un veneno».

-¿Qué le empujó a ser entrenador?

-Todo empezó por mi frustración como futbolista, por lo que decidí dedicarme a entrenar. También una revancha para demostrarle a alguna gente que entendía de fútbol, ya que este deporte es para mi un veneno y es mi vida.

-¿Recuerda su primer equipo y cómo empezó?

-Desde luego, fue Díaz Souto el que me dio la oportunidad de dirigir a la Comercial. En este club me encontré con un equipazo con jugadores como Marino, Rafa, Ceide o Esqueje, que si hubieran seguido juntos seguro que harían grandes cosas.

-¿Cuándo dio el salto al fútbol profesional?

-En el momento en el que fiché por el Villarrobledo de Tercera División. Fue mi primera experiencia fuera y el salto para llegar a Segunda B con el Mahonés que me dio la opción de ser conocido.

-¿Se arrepiente de alguna decisión?

-Dese luego, una fue dejar el Manlleu, equipo al que cogí en descenso y coloqué segundo. Era una gran plantilla y hubiéramos ascendido al año siguiente, pero tuve muchas ofertas, quise crecer y me equivoqué en irme en ese momento al Mérida. Tampoco debí haber dejado el Ovarense de Portugal tras salvarlos del decenso. Siempre queremos mejorar y estar arriba y no siempre es bueno. Muchas veces es mejor tener tranquilidad y estabilidad.

-¿Su franqueza le ha jugado malas pasadas?

-Muchas y hoy me arrepiento de no haber tenido más mano izquierda y haber dicho siempre con crudeza lo que pensaba. El último caso me sucedió en Grecia con el Panatinaikos, podía haber renovado por dos años, pero unas declaraciones muy duras, esencialmente contra algunos jugadores, en una rueda de prensa me costaron el cargo. Soy demasiado sincero cuando hablo para los medios y no digo lo que la gente quiere escuchar, digo lo que siento.

-¿Qué le parece el fútbol actual?

-Es un fútbol mentiroso y ligado a ciertas modas. Actualmente se confunde competir con hacer las cosas con una cierta plasticidad que la mayoría de las veces no es efectiva. Pongo un ejemplo, si una serpiente de cascabel te muerde es muy posible que mueras, si es una común solo te provoca hinchazón.

-¿Cuál es su ideología futbolística?

-Cada entrenador tiene que adaptarse al tipo de jugadores que tiene y a la competición en la que participa. Dicho esto, las estadísticas marcan que entre el 40 y el 45% de los goles son de posesiones cortas de balón, otro 40% en jugadas a balón parado y el resto es posesiones largas. Son datos reales, no especulaciones.

-¿Cuáles son sus mejores recuerdos?

-El trabajo que hice en Manlleu, posiblemente el mejor equipo al que entrené y los ascensos con el Granada. Cuando logras hacer feliz a tanta gente es algo muy especial, sobre todo en una ciudad tan importante.

-¿Qué le parece que que Lugo esté en la élite?

-Es algo sensacional para la ciudad y que me hace una gran ilusión. La gente tiene que valorar en su justa medida tanto lo que hicieron las personas que lograron llevar al equipo al fútbol profesional como los que ahora están continuando ese trabajo a la perfección.

-¿Hay mucha diferencia entre la Primera División y el resto?

-Es una diferencia abismal. El trabajo es parecido, pero la repercusión mediática no tiene nada que ver.

-¿Quién es para usted un buen entrenador?

-El que es capaz de tomar las decisiones más adecuadas en cada partido con la responsabilidad y presión que supone. Cada partido está compuesto por cien distintos y controlar eso es muy complicado.

-¿Echa de menos los banquillos?

-Desde luego, vuelvo a decir que para mí el fútbol es un veneno que llevo viviendo con una gran pasión durante toda mi vida. Este maravilloso deporte me ha dado la oportunidad de conocer a gente de muchos lugares y salir fuera me permitió tener grandes vivencias que me han ayudado a formarme como ser humano.

«Soy demasiado sincero cuando hablo y no digo lo que la gente quiere escuchar»

«El año de Manlleu y los ascensos del Granada son mis mejores recuerdos deportivos»

«Salir al extranjero me permitió tener grandes vivencias y formarme como ser humano»

«Contar con el Lugo entre la élite es algo sensacional que la gente tiene que saber valorar»