«Es más fácil jugar un partido que defender a un acusado en un juicio»

Xosé Carreira LUGO / LA VOZ

LUGO

CARLOS CORTÉS

Tomás Jiménez, el ex jugador del Bregoán que ahora ejerce de abogado en Monforte

23 ene 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Jugó en el Breogán durante tres temporadas en los años ochenta y ahora es el abogado de más estatura con despacho en la provincia. «Sí, el de más nivel... pero sobre el nivel del mar», bromea. Se llama Tomás Jiménez, nació en 1955 en Tomelloso (Ciudad Real) y mide dos metros.

-Es usted un gigante de las tierras de Don Quijote. Cuando llegó al Breogán llamaba la atención, su altura. ¿Qué le decían en el colegio?

-Nada. Siempre fui más alto que mis compañeros de clase y entonces todo el mundo se lo tomaba con normalidad.

-Dejó la canasta por el Derecho. ¿Cómo fue eso?

-Cuando dejé de jugar y estaba en Verín como gerente del patronato municipal de deportes, ya me tiraba el Derecho. De hecho, estaba acabando la carrera. Había empezado Historia en Madrid, pero lo dejé.

-Qué es más fácil, ¿Defenderse en una cancha de baloncesto o en una sala de vistas?

-Para mí era mucho más fácil la cancha de baloncesto que defender a un acusado. Hombre, todo es cuestión de práctica. Cuando llevas tiempo ejerciendo, en mi caso 21 años, ya sabes por dónde salir. En una cancha conociendo el juego y las habilidades es más fácil. A mí me resultaba más fácil el baloncesto.

-¿De qué «juega» como abogado? ¿Tiene alguna especialidad concreta?

-En una ciudad tan pequeña como Monforte, el despacho no da para especializarte. Esencialmente lo que llevo son asuntos penales y civiles, imagino que como la mayoría de mis compañeros. Hubo algunas épocas con las preferentes y ahora con las cláusulas suelo que aparecieron asuntos diferentes.

-Vuelvo a su estatura, los dos metros. No sé por qué me da que en el Colegio de Abogados se vieron en un apuro para facilitarle toga. ¿Cómo se arregló?

-Al principio fui un día al colegio y me busqué algunas de la talla XXL y, después de hablar con el decano, me las llevé para Monforte. Son las que utilizo. Cuando voy a Lugo llevo una.

-Como sabe, unos árbitros acabaron siendo atrapados en la red de una portería tras un partido del Breogán. El caso dio la vuelta España. Imagino que como abogado defendería en el juicio a los colegiados...

-Ese incidente ocurrió cuando yo ya estaba ya jugando en Ourense. Fue en un partido con el Oximesa. Estando yo con el Breogán tuvimos que ir a jugar a A Coruña desterrados porque también hubo algún problema con el árbitro. La afición de Lugo es muy presionante. En el antiguo pabellón empujaba muchísimo. Se metían cinco o seis mil personas, presionaban mucho sobre los árbitros y, a veces, se excedía.

-¿Deja repuesto en el baloncesto?

-Tengo dos hijas, una de 24 y otra de 20. En Monforte el baloncesto no tiene tanta implantación como en Lugo, prima el voleibol y mis dos hijas lo jugaron en categorías inferiores, pero tuvieron que dejarlo por cuestiones de estudios.