Presentan con un desfile sus modelos, en los que usan tejidos elaborados con proteína de leche y con madera de eucalipto y botellas de plástico recicladas
03 ene 2017 . Actualizado a las 20:16 h.Tania Aira (Sarria), Tania Taboada (Lugo) y Carmen Louzao (Ordes), tres jóvenes diseñadoras, vinculadas al mundo textil decidieron montar su propio negocio: una marca de moda, confeccionada con materiales ecológicos y reciclados. La primera colección, la de primavera-verano 2017, de Alazia Couture la presentaron ayer públicamente en La Ferretería. Las tres socias parten de una situación privilegiada, con la que no contaban inicialmente: ya tienen 50 clientes en España, México y Alemania, que les encargaron prendas de cara a la próxima temporada. «La realidad ?señaló Tania Aira? ha superado todas las expectativas». La razón de que antes de empezar tengan ya ropa vendida hay que buscarla en la vinculación de las tres con el mundo de la moda. Parten de un conocimiento previo de los canales de comercialización que les va a resultar muy útil. Una de ellas es experta en comercio exterior.
Las tres emprendedoras estudiaron diseño. Dos en Santiago y la tercera en Madrid y están experimentando con nuevos tejidos naturales y reciclados, cuya demanda va en aumento. Carmen Louzao estuvo trabajando como directora comercial, hasta que decidieron dar el paso de iniciar un camino conjunto.
Seis meses con la colección
Aira, Taboada y Louzao llevan seis meses trabajando en la colección de mujer que empezarán a distribuir por las tiendas a principios del próximo año. Talleres gallegos y portugueses están trabando ya en la confección para poder realizar las entregas en los tiempos pactados. «Queremos ?señaló Aira? aportar diseño y tendencia para el día a día, que nuestra ropa se ponga, se use y que resulte muy cómoda».
Además del diseño, la novedad de este proyecto, que nació al amparo de la Fundación CEL-Iniciativas por Lugo, en el que unen ética y estética, son los materiales que utilizan en la confección de faldas, blusas, pantalones y camisetas.
El primer tejido especial que encontraron las socias y que incorporaron a su primera colección es uno que se elabora con proteína de leche. Lo localizaron en Italia por primera vez. Tiene una apariencia brillante, tacto de seda, es antibacteriano, hipoalergénico y según las responsables de Alazia Couture, retiene la hidratación en la piel. A partir de este tipo fueron localizando al resto de los que utilizan y que ayer expusieron en La Ferretería para que sus clientes pudieran, no solo tocarlos para comprobar su textura, sino también saber cómo se elaboran y las técnicas que utilizan.
Las diseñadoras quieren que las mujeres que pongan sus prendas se sientan cómodas con ellas y se identifiquen con esta forma de vestir y de afrontar la vida.
Las tres socias presentaron ayer una colección de 25 prendas elaboradas con materiales respetuosos con el medio ambiente, que buscan por todo el mundo porque, según Aira, todas las telas están certificadas y cumplen con unos estándares de calidad. Las del desfile de ayer estaban confeccionadas con materiales procedentes de Italia y de Japón, donde, según Aira, han empezado a emplear técnicas tradicionales en la industrialización.
Botellas recicladas
También usan en la confección de sus prendas botellas de plástico recicladas y un tejido elaborado a base de madera de eucalipto, cuyo tacto, según Tania Aira, es muy agradable.
Otra de las características que diferencian a sus prendas del resto de las del mercado, según las propias diseñadoras, es que los tintes que usan para obtener la gama de colores son naturales, elaborados con plantas y flores, están libres de productos químicos y que aportan unas tonalidades «muy especiales».
Tania Aira apuntó que trabajan con talleres de cercanía en la confección. «Son como nuestros socios, e intentamos que la relación sea muy próxima, casi familiar». Si la apuesta les sale bien, ampliarán la producción. Ya están buscando nuevos colaboradores para montar las prendas. Una de las posibles zonas es la de Ordes, de donde es una de las socias y en la que cerraron numerosas empresas.
Las emprendedoras buscaran mercados para sus colecciones en Europa, en concreto en Alemania, que es un país de gran tradición de productos ecológicos, entre otros.