Una empresa vende el 70% de sus espinilleras de fibra de carbono a futbolistas, a través de WhatsApp

Dolores Cela Castro
dolores cela LUGO / LA VOZ

LUGO

Presentan un libro que orienta a los padres cómo acompañar a su hijos en el aprendizaje para usar dispositivos electrónicos

18 dic 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Simón Cabarcos, responsable de la empresa Blindaxe, que vende espinilleras de fibra de carbono personalizadas a deportistas de todo el mundo, especialmente a futbolistas, canaliza el 70% del negocio a través de WhatsApp, desde As Pontes, según aseguró ayer en el congreso de redes sociales #INLUGO 16. En algunas ocasiones cuando se despierta por las mañanas tiene pedidos de jugadores de Indonesia, de la liga china o de California

El ponente considera un triunfo haber conseguido que las grandes figuras del fútbol, acostumbradas que cobran por hacer promoción de productos, compren sus protectores de fibra de carbono y los paguen.

«En los cuatro años que llevamos con la empresa ?señaló Cabarcos- nos hemos dado cuenta de que el contenido digital tiene más importancia para nuestros clientes que la calidad del material». «Acabamos siendo un amuleto en las piernas de los jugadores», apostilló.

Un libro de ayuda

Simón Cabarcos intervino detrás de Javier Pedreira (Wicho), experto en cultura digital y coautor con otras 15 personas de un libro que saldrá a la venta en el próximo mes enero. Se titula «Los nativos digitales no existen».

En el transcurso de su ponencia se dedicó a argumentar las razones por las que sostiene que los nativos digitales no existen. «Todos somos -dijo- inmigrantes digitales».

Según su teoría, los supuestos nativos digitales, nacidos a partir de los años 90, no controlan el funcionamiento de los dispositivos inteligentes. Saben manejarse en la última red social Snatchap y en WhatsApp, pero no controlan el resto. «Igual que nos pasaría -apuntó- a los que sí controlamos si nos vamos a una isla desierta durante seis meses, en el momento de incorporarnos a un mundo con cambios permanentes».

Javier Pedreira sostiene que los más jóvenes no solo no van más allá de un uso básico de las tecnologías, sino que presentan una serie de carencias importantes. Una de ellas la seguridad, al compartir las contraseñas que utilizan en el manejo de las redes, algo que puede volverse en su contra. Otra está relacionada con la legalidad, al subir fotos de otras personas sin su permiso y recordó el caso de la chica alemana que denunció a sus padres por subir sus fotos en Facebook desde su nacimiento.

Entre las carencias que aprecia Pedreira entre los supuestos nativos digitales habló también de la reputación. «No digo que no se suban fotos, pero hay que ser consciente de lo que se hace». Recordó que los contenidos permanecen en Google durante años y pueden pasar factura, por ejemplo, al ir a buscar un trabajo si apareces en un botellón.

«Hagamos los deberes padres y educadores», señaló. En su opinión, los padres deben de estar al lado de sus hijos para que aprendan el manejo de los dispositivos tecnológicos, que han de usar siempre en zonas de uso común de la casa. «No nos podemos olvidar de ellos ni fiarnos de los filtros parentales porque hay cosas que no ven».

Wicho es partidario de no echar broncas, por ejemplo cuando se sorprende a un menor en una página porno. «Hay que hablar las cosas y acompañarlos en el camino, así también será mucho más fácil detectar los casos de acoso».

La recaudación de la venta del libro la dedicarán a alguna asociación que trabaje en la adquisición de habilidades sociales.

«Los nativos digitales no existen, todos somos inmigrantes digitales»: Wicho

«Acabamos siendo un amuleto en las piernas de los jugadores»:

Simón Cabarcos