La Guardia Civil registró dos pisos en la capital gallega y ha detenido a ocho personas
01 dic 2016 . Actualizado a las 05:00 h.El gran despliegue que hizo la Guardia Civil en Santiago el pasado martes, con registros en dos pisos del barrio de Santa Marta y en la calle Touro, se ha cerrado con un total de ocho detenidos tanto en la capital gallega como en Lugo. A la banda desarticulada se le atribuyen más de treinta delitos, la mayoría de ellos robos en casas en las provincias coruñesa y lucense.
Además de los delitos contra el patrimonio y hurtos en viviendas, también se atribuyen al grupo estafas, porque en su modo de proceder solían incluir el de hacerse pasar por trabajadores de empresas de luz, gas o el catastro. Sus objetivos eran habitualmente viviendas aisladas y preferentemente habitadas por personas de edad avanzada o enfermas que viviesen solas, aunque en el caso de que el inmueble estuviese desocupado no dudaban en hacer uso de la fuerza para acceder al interior.
El procedimiento empleado era muchas veces el mismo. Uno de los miembros de la banda se hacía pasar por el revisor de la luz o el gas y trataba de estafar al propietario con unos servicios que realmente no prestaba. Mientras, uno de sus compañeros aprovechaba que la víctima estaba desprevenida para acceder a la casa forzando una puerta o una ventana. Una vez dentro, se hacía con todas las joyas y el dinero en efectivo que encontraba.
La gran cantidad de robos de las mismas características en la provincia de A Coruña hizo que la Policía Judicial de la Guardia Civil abriese una investigación que ha culminado con estas ocho detenciones. El seguimiento de la banda, que hacía uso de un buen número de vehículos para cometer los delitos, llevó a los investigadores hasta tiendas de compraventa en las que se deshacían de los objetos sustraídos. Gran parte de ellos han podido ser recuperados en el marco de la operación, bautizada como Sierra de Hierro, y se han devuelto ya a sus legítimos propietarios.
En los registros domiciliarios que se efectuaron el pasado martes en Santiago se hallaron en el interior de los dos pisos numerosos efectos que corresponden con los que algunas de las víctimas de los robos habían denunciado como parte de los sustraídos. Además, los agentes encontraron también armas de fuego, entre ellas dos escopetas que habían presuntamente robado -una de ellas recortada- un revolver detonador y una pistola detonadora del calibre nueve milímetros que había sido manipulada de forma que podía hacer fuego real.
A los ocho detenidos se les imputan 34 delitos, la mayoría de ellos por robos, pero también algunos por estafa. Además, también se les atribuyen tres delitos de tenencia ilícita de armas de fuego. Todos ellos pasarán hoy a disposición judicial. La investigación ha recaído en el juzgado de instrucción número 1 de Santiago, que dirige Ana López Suevos.