Quien viva en un edificio con problemas de accesibilidad ha de saber que la solución le irá al bolsillo. Los gastos, según la normativa, tienen que sostenerlos todos los vecinos, siempre que el importe repercutido anualmente de las obras o actuaciones, descontadas las subvenciones o ayudas públicas, no exceda de 12 mensualidades ordinarias de gastos comunes. Cuando el coste sobrepase ese nivel, es la comunidad la que quedará obligada a afrontar los gastos de las obras.
Si el importe excede de las doce mensualidades, será necesario adoptar el acuerdo en una junta de vecinos y ha de tener el voto favorable de la mayoría de los propietarios. Los trabajos de adaptación no suelen ser baratos.
Poner un ascensor en un inmueble, siempre y cuando haya posibilidades y no sea preciso hacer muchas obras, puede suponer el arrancar con un mínimo de 20.000 euros. Lo mismo puede suceder si la solución adoptada consiste en una plataforma. Evidentemente hay edificios en los que los costes son más bajos.