Todos los médicos en algún momento hemos firmado alguna autorización para tomar un producto prohibido. Son personas antes que deportistas. En el caso de Rafael Nadal hablamos de prescripciones en tiempo de inactividad, en el que estaba lesionado, por lo que parece que tiene su lógica.
En lo que se refiere a los productos, la betametasona es un corticoide con un uso muy habitual en medicina. Su propiedad principal es que es antiinflamatorio. Se usa en infinidad de procesos, en el día a día de la gente. Casi cualquier pomada para picaduras de insectos tiene corticoides. En este caso se ha inyectado porque el efecto es mucho mayor de ese modo. Algo habitual en traumatología.
La corticotropina, por su parte, es una hormona que se agrega a parte de la hipófisis y que también es antiinflamatoria. Estimula la liberación de corticoides. Es decir, que a través de un paso intermedio provoca el mismo efecto que el anterior fármaco. Se usa menos que la betametasona. Es para indicaciones más precisas.
Pedro Manonelles es el presidente de la Federación Española de Medicina del Deporte.