Decrepitud, apatía e inacción de los amos

Ricardo Hevia EN ZONA

LUGO

19 jul 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Hoy sabremos definitivamente la composición de esta LEB decrépita que cada año pierde valor y, a simple vista, carece de objetivos. Bueno, al menos un objetivo parece claro: simple afán recaudatorio. Con 18 preinscritos, ¿pasarán todos el corte? Estamos en la antesala de una Liga con 18 equipos. Lleida y Baskonia B serían los repescados. Y no son dos cualquiera, sobre todo Baskonia, ¿impondrá una vez más su poderío Josean Querejeta? Hay quien dice que este proyecto de Baskonia B puede ser en un futuro próximo el que juegue en ACB, si al final se pone en marcha la Liga Europea. Pero si metemos en un paquete a Melilla, Palencia, el Prat, Barça B y Baskonia B, son cinco franquicias que no pueden ascender. ¿Para qué juegan entonces? A la hora de captar socios, ¿qué se les puede vender? Pues ahí, en ese pozo, chapotea el Breogán hace una década y fracaso tras fracaso. ¿Qué cabe esperar del presente? Lo sabrán ellos, esos dirigentes incapaces de dar de vez en cuando alguna pista que anime el ambiente. ¿Qué les importa a ellos tanta gente ansiosa por recibir algún mensaje optimista? Porque no olvidemos que el resto de equipos ya se mueven. Dejando a un lado Coruña, que va como un avión cerrando jugadores, el resto de conjuntos tiene vida, salpican algún movimiento de vez en cuando. Un fichaje, dos, tres, pero no están muertos. Aquí nada. Son los dueños absolutos, claro que no con su dinero. Pero son los amos y como tal, actúan. ¿Ya no hay director deportivo en la estructura del club? ¿De verdad que no se genera ninguna noticia aunque sea mala? El Breogán está inscrito, eso es evidente, ha parcheado sus deudas salariales para que el aval no fuese ejecutado: ¿Con cargo a qué? ¿Al presupuesto de esta temporada? ¿A una cuenta especial? Noticias para dar hay de sobra y sobre asuntos graves; lo que falta, como siempre, es un valiente que se atreva a dar la cara.