España no entrega a EE.UU. al marchante de Parga acusado de una espectacular falsificación de cuadros

LUGO

BENITO ORDOÑEZ

La Audiencia Nacional dice que la justicia española es tan competente como la americana para juzgar a José Carlos Bergantiños

26 mar 2019 . Actualizado a las 19:19 h.

El marchante de Parga, José Carlos Bergantiños, que revolucionó el mundo del arte de Nueva York con una presunta falsificación de cuadros que hizo tambalear a prestigiosas galerías americanas, no será extraditado a Estados Unidos. Lo decidió la Audiencia Nacional, según informó el abogado lucense J. M. Sánchez Goñi, que defiende a este hombre que tiene una trayectoria de película. El tribunal español hace una significativa advertencia en el auto en el que resuelve la petición planteada desde América: la justicia española es tan competente como la americana para juzgar a este hombre que tiene fijada su residencia en Lugo, en cuyos juzgados se presentaba periódicamente por imposición de la Audiencia Nacional que pretendía evitar su fuga.

El letrado planteó que Bergantiños, de nacionalidad española, en el caso de ser juzgado lo fuese en España y la Audiencia le da la razón. «En el caso que nos ocupa -destaca el auto- parece evidente el alcance transnacional de esa variada actividad delictiva (se refiere a los delitos que le atribuyen en EE UU) proyecta ramificaciones  fuera de dicho país y se despliega en España (...) y con que solo una parte de alguno de los hechos se perpetre en nuestro país, tendremos suficiente para considerar que la jurisdicción española es tan competente como la americana para el enjuiciamiento de todo el complejo delictivo, también, en aplicación del principio de territorialidad (...)». 

En cuanto a los hechos, la Audiencia Nacional dice que «se puede ver de qué manera se desarrolla la actividad delictiva que se le atribuye al reclamado, desde que la urde en Nueva York, hasta como hace llegar a España los beneficios que de ella obtiene. Y aunque iniciada en Estados Unidos, una parte importante de ella se desplegó en España». Los beneficios estimados del fraude superarían los 33 millones de dólares. Recuerda el tribunal español que el FBI apunta a que José Carlos y su hermano Jesús Ángel, «también conspiraron para lavar las ganancias delictivas de la venta de pinturas falsas y así lo hicieron a través de bancos de España, usando intencionadamente cuentas bancarias de ese país para ayudarse a ocultar el plan de venta de las pinturas falsas».

El mismo nivel de la justicia española que la americana

«Si hemos dicho que nuestro ordenamiento jurídico puede dar una respuesta adecuada a la actividad delictiva por la que se formula la extradición, nos queda por ver si en el reclamado, de nacionalidad española, concurren circunstancias personales que aconsejan no acceder a ella, para lo cual nos centramos en su estado de salud (...). El reclamado presenta un grave proceso neurológico y psiquiátrico con alteración de la capacidad cognitiva cuya causa etiológica está en una demencia vascular. (...). Los anteriores síntomas nos parecen de la suficiente entidad como para, al menos, cuestionar que esté capacitado, incluso, para realizar un desplazamiento hasta  Estados Unidos en condiciones de normalidad, y no digamos para que, una vez en dicho país, pueda ser objeto de una detención como la que se le pueda dispensar en España, incluso, aunque quedara en libertad a su llegada, fundamentalmente, porque no contaría con esa tercera persona de su entorno, como la que le presta asistencia aquí. Por lo tanto, se puede concluir que el enjuiciamiento de los hechos podría seguirse ante los tribunales españoles, con un nivel de éxito similar al que pudiera tener ante los tribunales americanos, sin que el reclamado tenga que soportar unos riesgos para su salud consecuencia de sus padecimientos, lo que desaconseja la extradición, ante las eventuales repercusiones negativas que para su estado de precaria salud pudiera ello conllevar», asegura el tribunal en el auto.