El teléfono de Ibrahima, pieza clave en el crimen de Sanfiz, sigue sin ser hallado por los investigadores

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Los investigadores siguen esperando a que lleguen las pruebas de ADN

05 may 2016 . Actualizado a las 08:46 h.

La investigación del crimen de Sanfiz, que está a punto de cumplir un mes, parece no haber tenido grandes avances. Los investigadores siguen esperando a que lleguen las pruebas de ADN para determinar con total plenitud que el único detenido por la muerte de Tatiana Vázquez estuvo la fatídica madrugada del 9 de abril en su coche en el que apareció cosida puñaladas. El detenido, Ibrahima Ndiaye, de nacionalidad senegalesa sigue encarcelado en Bonxe y mantiene que es totalmente inocente.

Un mes después del crimen a los investigadores les faltan piezas claves que les podrían llevar a la obtención de valiosos datos. Una de ellas es el teléfono móvil del detenido. La policía nunca llegó a hacerse con él. En cambio si pudo conseguir el que la víctima llegó a ocultar en el momento en el sujetador. Este teléfono fue enviado a Madrid para poder «entrar» en el interior del mismo y saber los tráficos de llamadas y otro tipo de comunicaciones que su poseedora pudo haber realizado en los días previos a su muerte.

Tampoco consiguió localizarse el arma con que se cometió el asesinato. El fiscal lo calificará así, casi con toda seguridad, como consecuencia de la extrema violencia ejercida por el autor con la víctima.

El asunto sigue estando declarado bajo secreto de sumario. Al parecer, el juez que se ocupa del mismo tiene previsto llevar a cabo más diligencias, pero hasta ahora no se puede tener conocimiento de las mismas.