Una revista viajera, con más de 200 destinos

Dolores Cela Castro
dolores cela LUGO / LA VOZ

LUGO

Estudiantes y profesores posan con las camisetas que diseñaron para presentar la revista
Estudiantes y profesores posan con las camisetas que diseñaron para presentar la revista

Alumnos de Artes Aplicadas todavía disponen de cien ejemplares de Ene Eme para enviar

04 may 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Los alumnos de Diseño Gráfico de la Escola de Arte e Superior de Deseño Ramón Falcón llevan ocho años dándole continuidad editorial a su revista Ene Eme (Necesita Mellorar). Un curso le pasa el testigo al siguiente y cada grupo realiza una aportación diferente y personalizada, bajo la supervisión y asesoramiento de dos profesores, José Antonio Cruz Lago y Salvador Guinart Rovira, que coordinan el proyecto. Los autores del número 5, que vio la luz en el año 2014, han decidido dar un paso más y convertir la publicación en viajera. En estos años ha llegado a más de 200 destinos, que están convenientemente acreditados con las correspondientes fotografías.

La primera parada fue en A Coruña. A partir de ese momento no ha parado de viajar. El grupo tienen documentos gráficos de la presencia de Ene Eme en todos los continentes, salvo en África. La persona que se había comprometido a llevarla olvidó la maleta en Lugo y no pudo hacer la foto en Sudáfrica, que era el destino previsto.

 

En las antípodas

Australia es el punto más distante en el que han fotografiado la revista, de la que dejan ejemplares en sitios clave, con explicaciones en inglés y en español del objetivo del proyecto. Varios de ellos estuvieron los colocaron en la exposición de Edvard Munch, en el Museo Thyssen y en otra exposición en Madrid, de Kandinsky. La publicación ha sido también inmortalizada en Singapur; en Maastrich (Holanda) y en la playa de Copacabana, en Brasil. Próximamente contarán con una nueva fotografía para incorporar a la colección, desde Italia.

 

Tirada de 2.000 ejemplares

La tirada del número cinco de la revista fue de 2.000 ejemplares, subvencionados por la Diputación. Los alumnos ponen ahora cien ejemplares a disposición de todas aquellas personas que quieran colaborar con su iniciativa y llevar la publicación por el mundo. «No pesa mucho», señaló Delia Lorenzo, una de las alumnas, que es la encargada de colocar en su Facebook las fotografías que les llegan.

José Antonio Cruz, el profesor de Diseño Gráfico, asegura que todos los alumnos participan en el proceso de creación de los diferentes números de revista y hacen de todo, desde redactar artículos, fotografías, ilustraciones, maquetación, hasta que el ejemplar está listo para ir a imprenta. El departamento ha descartado la posibilidad de editar la revista en formato digital. «Optamos por el papel -señaló el docente- porque de lo contrario, sería otra cosa». «Didácticamente -añadió- acabas la asignatura, apruebas y sigues trabajando porque el proceso es muy laborioso. Nos permite mantener el trabajo en equipo».

Cada año la cabecera es diferente, al igual que el formato y el segmento de lector al que va dirigida. Optaron porque fuera bilingüe, además de por fomentar el gallego, porque supone un reto. «Un diseñador debe solucionar los problemas que van surgiendo y eso es lo que pretendemos», señaló Cruz.

Diseño Gráfico es una asignatura optativa, de dos horas a la semana, con lo que, el proyecto de cada curso ha de prolongarse durante al menos un año más para acabarla.