La tortura del Leyma Coruña continúa. Cuatro a uno a su favor esta temporada es un dato preocupante. Todos los partidos fueron muy igualados, si exceptuamos el del 1-1 del anterior domingo, en el que, a pesar de que el Breogán lo llevó con ventajas importantes, también se llegó a un final apretado. Nada hace pensar que lo que reste, uno o dos partidos, no vaya a continuar la misma tónica de igualdad. Hoy afronta el Breogán el primero de los match ball. No hay por qué dejar de pensar que será un partido igualado. Y cuando estás en el límite, la presión está casi siempre encima del que no puede perder. Ya está el Breogán situado en el límite y sin margen de error. Tendrá que aprender a jugar con esa losa encima y tener en cuenta algo muy importante: no quedan dos partidos, a Leyma sí le quedan: pueden perder y tendrá otra oportunidad el martes en su casa. El Breogán, en cambio, todo o nada y eso pesa. ¿Existe alguna opción de juego que no sea el triple? Hasta el momento, el único argumento de los azules ha sido el lanzamiento de tres. Sin tiempo para preparar sorpresas, hay que jugarse la vida con lo que se tiene y con el corazón. No se le puede negar actitud al equipo, pero hay que medir el ímpetu, hay que llegar vivos al martes. La ilusión por el ascenso no puede quedar truncada en el primer envite. El Pazo volverá a reventar empujando al equipo y los jugadores tienen que estar a la altura. Por favor, no más decepciones. Con ocho puntos de ventaja, Coruña nos hizo un parcial de 0-12 avanzado ya el cuarto cuarto. Esos detalles hay que cuidarlos, no pueden remontarnos con tanta facilidad. La tarde promete emociones. Tanta y tanta gente que allí estará, como siempre cuando se le necesita, bien merece la alegría de un viaje hasta A Coruña pasado mañana.