El viejo Xeral no se libró de las actuaciones de los gamberros, algo que suele ser habitual en inmuebles desocupados, aunque este cuente con vigilancia de seguridad privada. La policía detuvo hace ya meses a varios miembros de una pandilla. En el tiempo que consiguieron estar dentro del edificio, desde que entraron hasta que fue detectada su presencia, se dedicaron a romper cristales, a vaciar extintores y a esparcir la tinta de impresoras, con verdadera saña y dedicación, entre otros actos vandálicos. Lograron burlar al vigilante y acceder al recinto. Por este motivo la dirección decidió sellar algunas dependencias como urgencias. La banda la capitaneaba un joven con el mismo nombre del personaje principal de la popular película de terror Martes y 13.