Caótica política energética

Juan A. Martínez

LUGO

02 feb 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

LLa caótica política energética de la Xunta prohíbe a un pequeño empresario que no solicita primas ni subvenciones, instalar un parque eólico de 2 megavatios. Al mismo, tiempo autoriza 2325 MW con primas. El presidente de la Xunta, Alberto Rodríguez Feijoo no ha entendido nada. Las primas se diseñaron para financiar el desarrollo de la tecnología y una vez conseguido, ya no serían necesarias.

Resulta injustificable que la política energética de la Xunta implique que unos consumidores paguen una mayor factura eléctrica para incentivar económicamente a unos empresarios, cuando al mismo tiempo se niega el derecho a instalarse a aquellos que renuncian a los incentivos.

El señor Feijoo se autoproclama liberal, dice creer en la libertad de mercado, en las consecuencias negativas de las interferencias del Estado en la actividad económica. Proclama que los empresarios deben competir libremente y que el propio mercado debe seleccionar a los más aptos.

Pero la cruda realidad es que a la primera persona que ha solicitado instalar una planta eólica sin primas, se le ha prohibido hacerlo. En paralelo, la Xunta ha decidido, qué únicos empresarios pueden instalar sus molinos (por supuesto con primas).

El estilo recuerda a países de otras latitudes, en donde el gobierno es el que decide qué empresarios pueden trabajar y a qué precio venden sus productos, sin importar las consecuencias que este comportamiento tenga para la población. Con acciones como esta, se comprende por qué España lidera el ránking de países con más denuncias internacionales por violación de la Carta de la Energía, tras Venezuela y Argentina.

El abaratamiento de la tecnología ya hace posible en estos momentos producir energía eléctrica renovable sin primas. En Alemania, la presencia de aerogeneradores en granjas es algo habitual y casi todas las casas están equipadas con paneles solares. En Galicia la Xunta lo impide. Tal vez por esto, la cotización bursátil de las grandes eléctricas alemanas se haya desplomado, mientras las eléctricas españolas suben sin parar... y a los datos de los últimos años, que cualquiera puede consultar, me remito.