Un recorrido de vértigo por las laderas del cañón del Sil

carlos rueda, francisco albo MONFORTE / LA VOZ

LUGO

Paisaje abrupto y rocoso en la Rega do Chucán
Paisaje abrupto y rocoso en la Rega do Chucán

Una poco conocida ruta de senderismo discurre por la zona de Os Chancís, en el municipio de Sober

16 jun 2017 . Actualizado a las 18:55 h.

El lugar de Os Chancís, junto con el de Xabrega, es uno de los espacios más interesantes para el turismo de la Ribeira Sacra soberina. Además de estar situado en uno de los parajes más espectaculares del cañón del Sil, también posee una serie de atractivos que le confieren un carácter único en todo el territorio municipio. Es el caso del conjunto etnográfico de los antiguos molinos de Xabrega, restaurados hace una década y situados a poca distancia de este lugar. También están el asentamiento castreño del Cotarro do Castro, en el monte de Xabrega, en el que se habilitó una zona de esparcimiento, y un embarcadero turístico sobre el cauce del Sil. Pero la zona cuenta además con varias rutas de senderismo de gran interés. La que vamos a describir a continuación es una de las menos conocidas a pesar de su espectacularidad de y de su corto recorrido.

El itinerario tiene una longitud de poco más de 1,2 kilómetros y aprovecha en parte el trazado de un antiguo camino que discurre por la ribera del Sil y que sigue siendo utilizado de forma tradicional para acceder a las zonas de viñedos que todavía se siguen cultivando hoy en este singular territorio. El camino -o más bien sendero- continuaba más adelante en dirección a los Cotarros para finalizar en Bolmente.

Punto de partida

La ruta empieza en la zona de aparcamiento situada cerca del embarcadero de Os Chancís y a la izquierda del arroyo de Xabrega, justo al lado de unas viñas a las que da acceso el camino. Los primeros cuatrocientos metros discurren entre antiguas terrazas de viñedos y con unas excelentes panorámicas de la zona de Os Chancís y el monte de Xabrega. A la derecha y en la orilla opuesta del río Sil se puede divisar el embarcadero ourensano de Santo Estevo.

Más adelante el camino da un giro a la izquierda, entrando en una zona sumamente escarpada que es conocida por Rega de Ardán. En este paraje el terreno presenta pendientes extremas, a pesar de lo cual fue aprovechado para el cultivo de la vid mediante la construcción de unas terrazas que ofrecen un aspecto de vértigo. Una sinuosa senda recorre estas plantaciones que llegan hasta la misma orilla del Sil. En esta zona las uvas son sacadas en barca y también en cestos cargados «ao carrelo» -a hombros- hasta el camino, un esfuerzo realmente sobrehumano.

De camino a sendero

A partir de este punto, el camino se convierte en sendero y discurre por parajes enteramente rocosos y con multitud de formaciones caprichosas, labradas por la erosión a lo largo de muchos miles de años. Hay tramos en los que el sendero tuvo que ser acondicionado mediante muros, escalones y terrazas para facilitar el paso. Incluso fue necesario labrar la roca en algunos puntos donde hay grandes precipicios.

En los últimos trescientos metros, la senda experimenta un fuerte descenso para llanear nuevamente a los pocos metros, finalizando a la altura de la llamada Rega de Chucán. En este lugar de pendientes casi verticales el terreno también fue aterrazado, de forma masiva para dedicarlo a viñedo. La barca es la única opción para poder llevar las uvas hasta la bodega.

A partir de aquí el sendero daba un giro a la izquierda y ascendía en dirección a los Cotarros y Bolmente. Hoy se encuentra cerrado por la maleza y por un pequeño desprendimiento.

La dificultad de esta ruta, a pesar de lo abrupto del terreno, es baja y apta para todas las edades. Solo requiere un poco de atención y ser prudente en dos cortos tramos, debido a su estrechez y por las fuertes pendientes existentes.

Hay que salir de la capital del municipio por la carretera que lleva a la localidad de Arxemil y al embarcadero de Os Chancís. La zona de aparcamiento, donde empieza el recorrido a pie, se encuentra a 7,5 kilómetros de Sober

Pese a lo abrupto del terreno,

el itinerario no ofrece grandes dificultades